Un mal necesario. Alemar es una Ferretería de barrio gone wild. Es inevitable entrar ahi a comprar y sentir sobre tus hombros esa CAAAARGAAA de culpa«Sé que los precios son de terror. Para qué volví???» _Mirá, flaco, volviste porque, sencillamente, Alemar tiene DETODO. Y lo que no tienen, te lo consiguen. Hay ofertas, como en todos lados, pero SIEMPRE vas a pagar de más, y vas a salir con el ceño fruncido y gruñendo«Acá no vuelvo!!!» y, detrás tuyo, una voz melosa susurrará: _Nos vemos la próxima, Pavote. Sludos, I.