Congo Bar

Después de un evento que duró todo el día fuimos con la gente del laburo a Congo, llegué al lugar un poco más tarde, y realmente me costó encontrarlo porque es de esos lugares «escondidos», o sea la entrada es visible y es grande, pero no tiene ni un sólo cartel ni nada que indique que ese lugar es Congo, es de esos lugares «escondidos» que hace un tiempo estaban bastante de moda por Palermo, el lugar en sí está bueno la comida también, fuí un viernes a cenar, pasemos al detalle:
*Ambiente: Muy bueno, es de esos lugares que son cool, pero no porque son super modernos sino porque son super viejos, literalmente no en sentido figurado, tiene un look & feel onda casa vieja con muebles antiguos de madera oscura, lamparas viejas, la barra tiene botellas viejas es como si te trasladaras a un lugar en los años 70′ por dar un ejemplo. El patio también está muy bueno por lo que ví, ese día había como una fogata en el medio, pero hacía demasiado frío como para estar ahí.
*Comida: La comida si bien era muy buena, era poco abundante, por lo menos lo que pedimos nosotros era bastante poco, pedimos varias porciones de papas, y un «corte de carne» (literalmente como decíà la carta) que también era bastante chico, no tenía precios exorbitantes, pero tampoco era barato, yo diría que en la relación se quedaron un poco cortos con el tamaño de las porciones en general, fuera de eso la carne estaba espectacular, y las papas y nachos que pedimos también.
*Cerveza: Acá hubo una decepción acompañada de una grata sorpresa, como siempre pregunté si tenían cerveza artesanal, por desgracia me dijeron que se les había acabado el día anterior y que no habían podido reponer, pero que al día siguiente sí iban a tener (cosa que no me importaba porque yo no iba a ir al día siguiente). En fin en el resto de la mesa habían pedido cerveza «Patagonia», que disculpen la ignorancia, no la conocía, la pedí porque la habían pedido todos en la mesa más que por convicción propia, y la verdad que estaba muy, pero muy buena, no a la altura de una cerveza artesanal, pero fue una grata sorpresa, era la Patagonia «Weisse», era onda artesanal, y la que se había pedido en la mesa era «Bohemian Pilsener» que no está tan buena pero safa.
*Atención: Excelente, todas las mozas muy buena onda y muy atentas.
Conclusión, está bueno el lugar, es un restaurante para ir a cenar tranquilo.

Lindo lugar, fui solo una vez, buenos tragos, buenos precios, buena musica y un patio/​jardin muy bonito!

De mis favoritos. Hace años era de los más populares. Siempre mucha gente, cola en la calle q llegaba a la esquina cuando se encuentra a mitad de cuadra. Hoy es el espacio justo para ir entre amigos o con tu pareja, me encanta cenar en la barra. Los platos son ricos, cocinan rico. Lo mejor son las papas bravas, no tienen competencia. La ambientación es muy buena. Muy buen precio!

Me gusta mucho este lugar: sobre todo en verano cuando se llena la parte de atrás, el patio con verde lindo y mesas y una barra propia.
En invierno ponen calefacción y se puede salir pero en verano tiene mucho encanto. Congo tiene buenos tragos y buena onda. Me gusta mucho el ambiente post 30 que hay!
Adelante hay todo un espacio con más barra y mesas. A veces hay Djs y tienen onda!

el jardin y la barra externa es lo fuerte del lugar no creo que iria con frio. La comida no esta nada mal recomiendo el medallon lomo.

En verano las mesitas de afuera son ideales y agradables para tomar un trago fresco y para compartir con amigos.
El jardín es EL espacio de este bar. Es difícil conseguir lugar por lo que recomiendo ir temprano.
Esta bueno como para una previa, quedarse hasta las 3 ahí y después que siga la caravana a otro lado. No así para ir a comer, aunque tienen una pequeña variedad de platos, pero sus tapas son una buena opción para no arrancar a tomar con la panza vacía.
El rango de gente es de 25 para arriba, y es mas común ver grupos de amigas/​os que parejas.
Los precios son razonables, y es ideal para ir entre los jueves y los sábados a la noche.

La primera vez que fui a Congo fue para la despedida de un amigo que se iba a vivr a Honduras, y por esa razón buscó un bar sobre la calle Honduras (cuac!). En pocas palabras: es un gran bar para el verano. El patio de atrás está buenísimo y el hecho de que haya una barra adentro (adelante) y otra en el fondo puede descomprimir los pedidos. Lo malo es que las dos se saturan por el exceso de gente.
Y es que a este bar viene mucha gente. Pero mucha. Tanta que terminás hablando fuerte para poder escucharte entre el murmullo, y esquivando grupos que te pasan por delante camino a la barra o la salida.
Los tragos están bien, van a encontrar toda la oferta de Palermo, correcta. La comida no abunda y no es de o mejor, pero cumple para sacarte el hambre.
Conózcanlo solo si son muy, pero muy sociables.

Fui a Congo un sábado por la noche con un grupo de amigos porque habíamos escuchado que tiene una movida divertida. Interesante el concepto de «divertido»… depende mucho de para quién!
Tal vez estoy demasiado anciana para este tipo de noches, pero la verdad que todo en este bar me decepcionó: el patio trasero, si bien es lindo, se llena demasiado. Las mesas y sillas de madera sólo se prestan para la decoración, porque después de un rato son incomodísimas. Los tragos me parecieron desabridos, muy pobres. La atención despersonalizada, lenta y desprolija. La música estaba demasiado fuerte y no se escuchaba nada.
Nos fuimos finalmente, sintiéndonos viejos y medio derrotados.