Ejército de salvación

Una verdadera búsqueda del «tesoro». Fui por primera vez hace una semana, definitivamente recomiendo ir un día de semana porque ya había bastante gente. Ni me imagino lo que será un sábado, caos total. Te va a resultar divertido si te entretiene ver qué prenda original podes llegar a encontrar (yo fui en búsqueda de ropa solamente, no recorrí la zona de artículos del hogar ni muebles). Me sorprendió lo bajos que son los precios, una remera por 25 pesos, un sweater entre 40 a 60 pesos. Tapados por ¹³⁰⁄₁₅₀ pesos. Encontré un cardigan grueso estampado absolutamente impecable, a 65 pesos. La verdad estuve casi dos horas revolviendo y probándome lo que elegí, hay que dedicarle un rato importante para tener éxito, especialmente porque tenés que revisar que lo que te llevás realmente se encuentre en buen estado. Y bueno obvio que es cuestión de suerte! Planeo volver una vez al mes, simplemente porque me queda cerca de donde estudio y nunca se sabe lo que podés llevarte…

Un lugar genial para el curioso y el ratón, como yo.
Tiene varias secciones: muebles antiguos, electrodomésticos, ropa y bazar.
Se pueden encontrar cosas muy buenas, en especial si uno se da maña para arreglar o restaurar muebles. Muchas fábricas donan ropa con pequeñas fallas de marca (he comprado carteras isadora nuevas que tenían el cierre mal cosido y medias cocot nuevas mal etiquetadas). Todos los días eligen un color y lo rebajan a mitad de precio asique hay que estar atentos.
En cuanto a muebles /​electrodomésticos subió muchísimo de precio a comparación de años anteriores porque buscan el precio en mercadolibre asique ya no es más a ojo. Tampoco se puede regatear.

Este es el paraíso del ahorrador. Queda en Pompeya, a pasos de las vias de la estación Saenz, se llega desde Once con el 31 con cualquiera de sus ramales, el 32 o el 128.
Yo nunca fui un día de semana, sí he ido varias veces los sábados. Ahora, las veces que encontré oportunidades y me volví a casa con bolsas llenas de cosas fue los dias que llegué temprano. Los días que llegué tipo once o doce no encontré nada que valiera la pena, sólo me traje libros y revistas National Geographic viejas porque estaban a $ 2 cada una y había ejemplares de 1960.
Apenas entrás podés ver muebles de todo tipo, desde camas hasta placares, pasando por mesas ratonas, sillas y sillones. Encontrás cochecitos de bebés por $ 300 y en buen estado. Claro, no un estado perfecto. Los sillones estan buenos porque hay algunos muy baratos que se pueden retapizar.
En cuanto a la ropa, es verdad que hay olor a encierro o a humedad en el salon donde tienen los percheros, pero si revolvés podès encontrar cosas lindas y baratísimas que te hacen olvidar cualquier aroma indeseable.
Después hay de todo, desde adornitos, baratijas, libros, revistas.
Lo que sí, si van los sábados esten ahi a las ocho y media, nueve. Si no se pierden lo mejor.

Un gran galpón de cosas usadas todas a la venta.
Hace años que voy de vez en cuando a ver si encuentro esa joyita que me gusta.
Tienen varios sectores, el galón general que podés encontrar sillones, televisores, lámparas, muebles de todos los estilos, camas, colchones, inodoros y bidet, marcos, entre otras cosas y un sector, cada vez más grande, donde encontrarás ropa usada de mujer, hombre y niños. En todo el lugar hay que saber buscar y tener el ojo afilado respecto al estado de las cosas, algunas se justifican pero otras no respecto a su precio.
Suele haber mucha gente los sábados a la mañana hasta parece un shopping, así que les recomiendo ir en la semana donde podrán ver las cosas más tranquilos. Respecto al pago es en efectivo y si vas por algo grande y no tenés como llevarlo en la puerta hay fletes que ofrecen el servicio, siempre te conviene negociar el precio o no apresurarte ya que suelen aparecer otros para ofrecerte un mejor precio.

En río revuelto, ganancia de pescador. O algo así. La cosa es que si sabés buscar, en el ejercito de salvación podés hacer el mejor negocio de tu vida. Y si sos esa persona que no sólo es feliz comprando algo que le gusta sino que, además, quiere comprarlo a precio de ganga, entonces te vas a tener que mover a Pompeya.
En un galpón inmenso está el ejercito de salvación. Lleno de ropa que, a diferencia de lo que podemos pensar, está muy bien catalogada. Eso sí, es tanta y hay tanta cosa rara (sí, en serio) que necesitás armarte de paciencia para encontrar algo. Pero encontrás. Los precios son para el infarto (o sea un infarto positivo). Podés comprarte sacos por menos de 40 pesos, remeras por 10 o 15. Estamos hablando de precios BAJOS. No es ropa «vintage» a lo Juan Perez, es ropa BARATA.
La única previsión para el comprador despistado: el olor a ropa vieja es un poco fuerte. No es que la ropa esté sucia, se supone que la lavan (igual lavá antes de comprar, por dios) pero evidentemente existe un olor a super oferta y es bastante fuerte.