Fernando Mayorga Argañaraz

Como he comentado en mil ocasiones mi miopía no se anda con chistes. Es bastante más grande que mi estatura (y eso que no soy tan petiso). Por eso, siempre esperé con ansias a operarme los ojos (los oftalmologos suelen decir que es más o menos a los 27 cuando los ojos dejan de crecer). Sin embargo, cuando cumplí la edad deseada me enteré que no podía operarme con láser que suele ser la operación más sencilla y que la mayoría de las prepagas cubren (no el hospital alemán, por cierto).
Sin embargo, existe una posibilidad de operación para casos como el mío en dónde la operación láser no es una opción. Consiste en introducir un lente dentro del ojo acorde a la miopía del paciente. Así y recomendado por mi oftalmologa fui al consultorio Mayorga.
Este oftalmólogo que, por supuesto, atiende otros problemas relacionados con la visión es una persona amable y con varios años de carrera. Sin embargo, encuentro que, en mi caso, le costó escuchar lo que yo tenía para decirle. A veces se distraía con su celular y parecía más interesado en hacer la operación cuanto antes que en responder del todo mis consultas. Aún así, me hice los estudios pertinentes (que salieron más o menos caros) y todos salieron bien. Sin embargo, no pude hacerme la operación por una cuestión económica, el hospital alemán no cubre la operación y, la verdad es que el costo de la operación es bastante elevado y en dólares.
Sin embargo, tiempo después tuve la posibilidad de averiguar si la obra social de mi trabajo me cubríà la operación. Para eso, le tuve que pedir a Mayorga mi historia clínica. Le pedí dos veces la historia clínica en el transcurso de unos meses. La primera vez, el médico me hizo entregar un papel que decía resumidamente cual era mi problema y la graduación de mi miopía. Cuando volví a pedir la historia, le especifiqué a la secretaria que necesitaba los estudios que me había hecho –y que yo había pagado– incluidos en mi historia clínica. No hubo caso, volvió a entregarme el mismo papel. No soy un experto en leyes pero me parece que el doctor mayorga incumplió con lo que dice la ley, esto es, que las historias clínicas son propiedad del paciente y tiene derecho a disponer de ellas cuando quiera. No volví más.