Itamae Sushi

Soy fan del sushi, esta bien, lo acepto. Esta vuelta le hable a una parte de mi familia tanto de itamae que quisieron ir. Elegimos el de Belgrano, y como ibamos a ser ocho, pense que era mejor llamar para reservar, en particular un viernes a la noche.
Al toque me atendieron, me tomaron la reserva sin problemas. Me quede super tranquila. A las dos horas, me llamaron de nuevo para confirmarme de nuevo la reserva. Muy atentos.
Un ambiente super top, como siempre. Sucre y Alcorta, rodeado de bares y restaurantes muy glamorosos y super belgranienses. Entre medio esta Itamae, un lugar relativamente chico pero espacioso, con mesas afuera y adentro. Llegamos un poco mas tarde pero nos recibieron muy amablemente igual.
Lo unico que puedo decir de la atencion es que fue excelente. Cuando pedimos comida para celiacos las mozas super atentas se encargaron de conseguir salsa de soja sin TACC, de traer los rolls que tenian gluten aparte. Se fijaron en hasta el ultimo detalle y siempre con muy buena predisposicion. Estabamos con chicos chiquitos y las mozas siempre amables y alegres. Noté que había varias familias con chicos, como siempre. Buen dato, supongo.
La comida como siempre, espectacular. Los que no comían sushi pidieron unos platos que estaban espectaculares. Recomiendo el pollo agridulce! La proxima cambio el sushi por eso. Obviamente, el sushi genial (y sin TACC!)
Lo unico que quiero criticar son las lámparas que colgaban del techo, muy bajas, y con una punta un tanto peligrosa para todo aquel que se parara debajo de ella. Además, como en todos los restaurantes de sushi las luces son muy bajas, y leer los menúes es difícil (pero no tanto como en sushiclub!)
Aún así, recomiendo siempre este lugar. Buena comida y buen ambiente a buen precio. Siempre vale la pena.

Si bien conozco otros locales de Itamae, nunca había estado en este en particular ubicado en una manzana gastronómica justo enfrente a los bosques de palermo.
Lo primero a observar como una buena actitud del lugar es que en la puerta tienen una pizarra con todos los descuentos que ofrecen, y dicho sea de paso, son varias opciones.
Habiendo superado la puerta de entrada nos encontramos inesperadamente con un local largo, con varias mesas y un par de boxes y al fondo un hermoso patio con mesas para disfrutar de las noches lindas. Vale la pena aprovechar los últimos calores para sentarse allí.
Lo importante: la comida. La verdad estaba riquísima, tardó el tiempo necesario que tiene que tardar el sushi para ser preparado al momento. En lo que se refiere a piezas el gusto es particular, pero a mi me gustaron todas las opciones, y las piezas calientes estaban en su punto exacto.
La atención muy cordial y amena, los precios normales para el tipo de lugar y de comida.

Ambienté muy cálido. Ideal para ir con tu pareja.
No somos de pedir entrada así que vamos directo a los bifes. Eso si, hay que tener en cuenta que el sushi lo hacen en el momento así que si están con mucho hambre pidan algo para picar de entrada (el queso con zanahorias y grisines te va a dejar algo corto).
El sushi es muy fresco, hemos probado casi todas las combinaciones. Debo destacar los rolls calientes, perfecta la cocción.
Las geishas también son muy ricas para combinar con algún combo.
Le daría una vuelta a la carta de postres, teníamos ganas de pedir algo pero nada nos tentó mucho.