Kiosko chiquito, con ventana que da hacia afuera y pequeño pasillo que permite entrar y apoyarte en el mostrador. Creo que lo administran dos hermanas porque las chicas que lo atienden son muy muy parecidas. Son buena onda pero cierran temprano, de noche no trabajan. Lo que me llamó la atención de este lugar es, como la foto lo indica, el cartel en chino que señala que ahí se hacen fotocopias. No está porque sí: a dos cuadras está la embajada de China y no hay NADA alrededor. Seguramente las personas van a hacer trámites y cuando salen no tienen dónde sacar sus fotocopias. Además, si están recién llegados, probablemente tampoco hablen mucho español. ¡Pegada total!