Voy a Las VIoletas desde que tengo uso de razón. Siempre era un placer ir a hacer esas filas interminables, aunque la clientela se pusiera hostil con la espera y las empleadas te atendieran pésimo. LA recompensa eran los mejores sándwiches de miga del mundo. Caros pero siempre valieron la pena. Hace unos años cambiaron de dueños y se nota… demasiado. La mercadería sigue siendo buena, pero el local se ve pobre y desabastecido. Los precios por las nubes. Pero hay algo que no cambia; siempre te atienden mal. La última vez que fui me queďé con una sensación bastante amarga y el pensamiento de que todo tienmpo pasado fue mejor; en el caso de LAs violetas de Urquiza se cumple a rajatabla.
Nicolas S.
Évaluation du lieu : 4 Buenos Aires, Argentina
en un mundo de medialunas pre fabricadas, vale la pena rescatar las panaderias de barrio que mantienen el estilo tradicional. de las violetas, aunque no son las mejores que probé, si hay que destacar las bombas de dulce de leche bañadas en chocolate! explosivas que te dejan de cama. Avanzar con cuidado con estas facturas porque pueden dejarte noc aut!
Paloma P.
Évaluation du lieu : 3 Buenos Aires, Argentina
Espero que todos aquellos que están buscando comentarios sobre Las Violetas famosas se den cuenta que esta reseña es sobre otras violetas. Mismo nombre, distinta propuesta. Asumo que no es el único local que plagió el nombre. Las Violetas es una panadería y confitería ya medio clásica de Villa Urquiza. Venden facturas, panes, masitas, tortas, sandwichs de miga, bombones. ¿Sigo enumerando? Tanto la panadería como la confitería están en el mismo local, pero hay que sacar numeritos distintos según qué se quiera comprar. Suele estar lleno de gente, especialmente el fin de semana. No soy muy fanática de sus tortas porque no me gustan mucho las de panadería, pero tienen millones. Hay bombones de frutas y de chocolate, y todos pueden ponerse en cajas de regalo de lo más simpáticas. Algunas tienen como terciopelo y otras hasta vienen acompañadas de un osito/oso de peluche. Por ahora me dedico a su mundo panadero, baguettes y medialunas mis preferidas. Lo único que no me gusta es cómo tratan a las chicas que trabajan ahí. Las pobres están de un lado para el otro llevando bandejas cargadas y armando pedidos y el encargado siempre las está apurando de mala manera.