Mercado de San Telmo

You are missing out if you don’t do this. You might as well not visit BA if you don’t do San Telmo. This neighborhood is cute as heck, the stores are fantastic, and this is definitely a whole day experience (wish I did this market for TWO weekends!) Knick knacks galore and street food left and right, there’s something for everyone.

This is a must do for tourists and regulars. This is a great market. A great place to buy fun goods and walk and feel life out of this wonderful city. Lots of good street food and live music.

The most bohemian neighborhood I have seen. Full of young crowds. Crazy music, tango, Argentinian beers. Simply out of this world

He terminado realmente encantada!
Su fama le brinda honores, y es que esta feria dominical es magia pura.
Comienza en calle Defensa. A partir de ahí debes seguir el camino de los puestos.
Artesanía, música, gastronomía, coleccionismo… Hay de todo lo habido y por haber. Si bien, cuando comienzas en la calle, si hay más artesanías y cuando llegas a la plaza, puedes encontrarte con todos los puestos de antigüedades.
Me encantó ver como la gente te trae tartas, empanadas y panes desde su casa para vendertelos a un buenísimo precio. Y qué mejor calidad que algo casero!
La música es todo un espectáculo. Desde batucadas a rock pasando por rap y música fusión. Durante todo el día hacen tango shows en la misma plaza (busca donde la gente anda sentada, ese es el lugar).
Este mercado es una buena opción para pasar el domingo, y para descubrir artistas!!!

El mercado de San Telmo es una de las genialidades de la zona, es grande y tienen por un lado una gran variedad de tiendas de antigüedades de todo tipo. Por el otro es un mercado de alimentos con gran variedad de frutas y vegetales. Tanto dentro por fuera una buena diversidad de sitios para comer, tomar café o beber un jugo.
Por dentro Coffee Town es la estrella del lugar, que cada vez se va haciendo más conocido y ganando más especio. De las tiendas mi favorita #1 es Mundo Beat, un pequeño local con objetos de uso de los años 50 – 60, mucho art decó y quien atiende conoce todo lo que tiene y lo hace con mucho gusto.

Es uno de los lugares del barrio que mas suelo ir, cuando voy los domingos a la feria suelo pasar por el mercado.
Esta lleno de lugares de objetos y juguetes antiguos que son ideales para decoración y también están los locales de copas y joyería que suelen ser los mas caros.
Pero eso no es lo único que hay en el mercado, cuenta con grande verdulerias donde suelo ir a curiosear frutas raras que no suelen verse en otras verdulerias, y compro mis ajíes picantes. También cuenta con carnicería pero suele haber bastante cola para comprar. Cuenta con un café y otros lugares para consumir algo.
Lo que suelo utilizar mas que nada del mercado es el local que venden cosas de cocina que esta en la entrada por estados unidos, suelo comprar cacao en polvo o alguna otra cosa para tortas, y apenas mas adentro la modista/​sastre que es donde arreglo la ropa.

Yes! I finally had a Sunday in Buenos Aires so I could see the market. After a busy tour at Casa Rosada, it’s easy to find Defensa street which runs for quite a few blocks, lined with a variety of stands selling wood work to paintings to Mafalda socks.
Definitely a good place to pick up some random household items. It’s good for locals who want to do a restoration hardware project at home, need a new set of silverware, or a fresh new painting for the wall. It’s also good for the tourist, to pick up the iconic anything emblazoned with an Argentinean flag or beloved Mafalda cartoon.
I particularly loved the stand that had cute empanada purses! They’re adorable smiley faces and braided empanada edge comes in several sizes: puffy key chain, a small coin purse, a small purse with a blue and white striped ribbon strap and a large unmistakable empanada purse, definitely the most original design I’ve seen. She also sells cute puppets and baby crib mobiles.
There’s performers on nearly every corner, be a dancer, musician or the like. There’s also permanent antique shops along the street that also have their doors open during market time.
Take care of the wide spaced cobble-​y street and since it’s a large crowd with many tourists, its always worth being mindful of your pockets and wallets.

Cuando vivía en La Boca iba todo el tiempo. Me abastecía de verduras casi solo ahí. Porque aunque es caro, la calidad es impresionante y lo vale.
Adentro hay puestos de productos regionales que suelen tener productos muy buenos y a precios razonables.
Para comer ahí mismo hay varias opciones, desde una parri que no entendés cómo funciona ahí dentro hasta una tiendita de café y sanguchitos hermosamente hipster.
Y en los alrededores, bueno, la magia santelmina. Que no a todo el mundo le gusta, pero tiene su encanto.
Está muy bien para meterse a chusmear un domingo de paseo. Quizá terminen con: una parrilla en la que entran dos patys pero es hermosa, un cartel publicitario de los años ’30, un tapado de piel de los ’60, y una bolsa de verduras y frutas de las que no saben ni el nombre.

The perfect place to go in BA for authentic gifts. It’s a street market on Sunday’s that goes for countless blocks. My boyfriend and I got a number of great items including scarves, jewelry, coasters, etc. Comfortable place for foreigners as well. There was also great street food including orange juice, empanadas, and more! Definitely a MUST SEE!

Me gusta el mercado de San Telmo pero no me cae bien la gente de algunos puestos. Perdón. El lugar esta bueno, muy frecuentado y más los findes.
Puestos por todos lados y, aunque me encantan las cosas antiguas, creo que esta medio venido abajo. ¿Por qué? por el simple hecho de que no modifican nada, esta oscuro, no me quiero imaginar los días de humedad y lluvia.
De los puestos, cosas antiguas desde vajilla, libros, camisetas de futbol y, tambien, puestos de comida para hacer caso a su nombre. Lo que me copa es que encontras frutas y verduras fuera de estación, queria frutillas y ahí consegui, lo que no me copa es que es demasiado caro, PERO te saca del paso o de los antojos ¿?
Es una parada casi obligatoria cuando vamos a caminar por San Telmo y aunque ya conozcamos los puestos, siempre tienen algo nuevo que mostrar.
NP: recorrer las calles que rodean el mercado ya que siempre hay música, vendedores y demas cosas.

I love markets and San Telmo certainly didn’t disappoint! I came here a number of times on a Sunday afternoon to shop for souvenirs, browse the amazing antiques, watch live bands and tango dancers and gorge on choripan. Bartering wasn’t all that easy though, which surprised me, and I felt like the clothes in particular were a little on the pricey side for a market.

Siempre hay mucha gente, sobre todo turistas curiosos en busca de lugares por conocer.
Hay carnicerias, verdulerias, fiambrerias y lo mejor, negocios de antiguedades, donde podes encontrar vajilla, juguetes viejos, discos, y lugares para comer.
Lo mejor son las jugueterias con juegos viejos, la vez que fui con mi papa no paraba de comentarme que habia jugado con alguno de los jueguetes cuando era chico.
Es un lindo lugar para recorrer, tomarse un café y ver cada negocio y encontrar algo nuevo para ver.

This was a really great experience on a beautiful Sunday tour of the city. We ended up walking and browsing all afternoon at the market. We we’re able to dip into some of the local cafes and such before stumbling upon my favorite hole in the wall restaurant. The mercado is a great place full of locals and tourists. There are plenty of antique shops with goods cheap and expensive. This is a great place to pick up a few souvenirs but make sure you shop around because bargaining is easy to come by.

Quiero vivir en San Telmo sólo por este mercado. Cuenta con fiambrerías, verdulerías, carnicerías y muchas antigüedades. Por un instante viajas en el tiempo, es muy lindo para pasear, o para hacer las compras de la semana.
En lo posible no ir los fines de semana ya que se llena mucho.

Lindo. Palabra exacta para describir el Mercado de San Telmo, ideal para buscar frutas, verduras y carnes, caminar y disfrutar de los anticuarios, lindo paseo.

Mercado en el cual se destacan las antigüedades varias, pero también las carnicerías, verdulerías, cafeterías de enorme nivel, y algún que otro lugarcito para comer al paso.
Es una gran opción de fin de semana, pero tener en cuenta que va a estar de bote a bote.
Es preferible en la semana para poder estar más tranquilo, aunque puede que algunos locales se encuentren cerrados.

Hermoso lugar en pleno corazón de San Telmo. Ideal para dar un paseo, recorrer puestos de antigüedades y probar buena comida. Es un imperdible para los domingos, aunque se llena de mucha gente. Recomiendo ir un día de semana o un sábado al mediodía.

I’m not sure if this is referring to a specific group of shops but if you’re here on a Sunday you have to take a walk through the seemingly unending street bizarre that extends down this street almost all the way south to La Boca. Lots of interesting knick knacks including some handmade clothing and accessories. My boyfriend bought a handmade leather belt for almost nothing. There’s street performers, food vendors; a fun way to spend the afternoon.

El Mercado de San Telmo es uno de los pocos lugares del barrio que no se «palermizó». La estructura es impactante (gemelo al mercado del Puerto en Montevideo, por si alguien lo conoce), una mezcla sin poses de elegancia y melancolía.
Como mercado está vivo los días de semana cuando los vecinos se acercan a comprar carnes y verduras de calidad a un precio bastante razonable. Bolsas y changuitos de hacer mandados son los protagonistas. El fin de semana cambia la fisonomía, aunque el mercado es el mismo, porque se llena de curiosos, turistas y cazadores de antigüedades, en la búsqueda de posters vintage para decoración, lámparas que no se fabrican más, sombreros bombín y revistas amarillentas.
Perderse en sus pasillos y olvidar hace cuánto tiempo se entró y que estaba buscando uno, es casi una obligación.

De todo lo que tiene San Telmo para ofrecer el Mercado es el lugar que prefiero.
Fuera del ambiente for export del cuero, boleadoras y Gardel, aunque en el corazón del barrio, adoro meterme en este lugar.
Acá podes comprar carne de excelente calidad, frutas, verduras, juguetes, posters antiguos, instrumentos, tomar una clase sobre Cafes del mundo y un chori-​pan con los borrachines del barrio, todo en el mismo paseo.
Me paso, un sábado de recorrida, le compre a tres chicos que recorrían los puestos con un cuadro, un oleo de un paisaje campestre en un marco dorado a la hoja.
Los perseguí y haciéndoles una seña, hice que me vendieran el cuadro en unos pesitos.
Pensé que había comprado un tesoro.
Lo llevé a tasar y el tasador se me rió en la cara.
No valía nada.
Eso pasa también en el mercado.
Uno pueda dar una vuelta por el pasado, hacer las compras y llevarse un falso Picasso o un gran chasco.

Bueno, es la primera vez que califico con cinco estrellas y no lo puedo evitar. El cambalache, la porteñidad, el caos, la cosa popular que caracteriza al Mercado de San Telmo me absorbe cada vez que vuelvo. Creo que uno no termina de conocer Buenos Aires, y mucho menos el barrio si no entró al menos en una oportunidad. Y es casi seguro que incluso el más burgués devoto de la elegancia no podría evitar enamorarse.
Es un galpón de dimensiones inmensas, frío por su altura y sus paredes macizas, dividido en una multiplicidad de puestos donde cada uno tiene su atractivo. Discos, cámaras, ropa, latas, vajilla, juguetes, adornos, marcos, cuadros, espejos, todo o su grandisima mayoría, antiguo o al menos usado. La cantidad, variedad y nivel de las antigüedades es alucinante. Eso si, no vayas ingenuamente a creer que por ser «viejo» o usado es barato. Generalmente el valor de las chucherías es digno de negociarse.
El rubro gastronómico no se queda atrás. Entrando por Defensa abrió hace unos años un comedor que saca platos bien criollos. Siguiendo el pasillo y bajando las escaleras, aparecen las carnicerías, verdulerías, panaderías y el destacado Bar del Mercado. El hambre es mi reloj biológico y a la 1 en punto me llevó sentarme en las banquetas del mostrador. Menú criollo también, pero con algunas excepciones un poco más elaboradas como el cuarto de pollo con rissotto. Los precios de los platos claramente no siguen la «lógica» inflacionaria. Por 50 pesos una buena milanesa con guarnición, en un caso con ensalada, en el otro napolitana con fritas y una bebida de medio litro. Espectacular.