Purr

Purr es una librería ubicada en la galería del liceo que se las trae. La idea del lugar es conseguir hermosas ediciones de libros raros y, también, conseguir vinilos súper copados que no se consiguen en casi ningún lugar -¿quién no quiere el vinilo de Visions de Grimes??-
El tema con estas cosas, como siempre, son los precios. Por supuesto, no es culpa de los pobres dueños de los negocios, estas cosas se traen de afuera, hay que pagar impuestos y, además, no se venden en una cantidad loca como para que el empresario haga una diferencia por cantidad. Así que lo que nos queda a nosotros, los usuarios con gustos raros, es apretar los dientes y darnos cuenta que vivimos para estas cosas, así que hay que pagarlas. Purr es un gran lugar para estos vicios caros, de los mejores.

Esta librería tiene las ediciones más lindas que puedan encontrar y además te consiguen lo que pidas.
Reponen stock constantemente así que todo el tiempo tienen cosas nuevas. Acá pueden encontrar libros de artistas contemporáneos no sólo de Argentina, sino también de USA, Europa y resto de latinoamérica.
También tienen ediciones chicas, de poca tirada y muchas de ellas elaboradas artesanalmente. Se nota que el rol de la librería es más difundir artistas que ser una «librería» en el término tradicional de la palabra.
Además, la galería en la que está ubicada es hermosa, se los recomiendo aunque sea como paseo y para que vean las cositas que tienen (sobre todo si están buscando algún regalo).

Purr es única por dos razones. La primera, por ser probablemente la única librería del país que le deba su nombre a una canción de Sonic Youth; eso ya sería bastante, pero la segunda y más importante razón, tiene que ver con que Purr es la mejor librería especializada en arte contemporáneo.
Consiguen de todo. Además de los autores y artistas más emblemáticos del país, Purr trae de Estados Unidos y de Europa lo más selecto del arte contemporáneo, que no se consigue en ningún otro lugar de la ciudad. Es que, más que por libreros, se podría decir que Purr está atendido por curadores de arte que meditan cada una de sus adquisiciones para así mantener una provisión siempre actualizada y de calidad. Estamos hablando de libros importados, por lo que uno supone que los precios no son una ganga; algo de cierto hay en eso, aunque vale la pena aclarar que tampoco son imposibles de pagar, y la gente de Purr se esfuerza para que siempre estén (relativamente) al alcance del bolsillo.
Purr también incorpora en sus estanterías fanzines y obras de editoriales independientes, que combinan con piezas de literatos noveles y desde hace poco con una discreta cantidad de vinilos.
Pero Purr también resalta por el lugar donde está. Mucho antes de que el Patio del Liceo sea lo que es hoy, con excelentes locales como Espacio Moebius Liceo o la disquería Mercurio, Purr se instaló acá cuando era una galería en ruinas. Mucho faltaba para que sea el punto de encuentro de artistas y diseñadores, y la gente de Purr ya soñaba con el arte y la literatura.