Zivals

Durante los 5 años que fui al Pelle y los que siguieron, tenía a Zivals como EL lugar pendiente al que tenía que ir a comprarme algún disco o libro. Pero no cualquier disco o libro: si iba a Zivals, era para conseguir uno de esos que no encontrás en cualquier lado, de los que tenés que patear buscando, pero que sabés que vas a terminar en Zivals porque ahí tienen todo.
Bueno, no.
Pasé de casualidad hace unas semanas, y entré a ver si tenían un disco que me había pedido un amigo que voy a ver ahora en las vacaciones. Uno de Virus, nacional, no era muy difícil.
El caos que había en las bateas me produjo un rechazo tremendo.
Entiendo que es un lugar muy transitado, que quizás no tienen personal (de hecho, no ví a nadie atendiendo en el salón, cuando quise consultar me acerqué directamente a la caja), y todo lo que quieras. Pero había muchas cosas mezcladas, discos de la Z en la F, artistas de tango en la sección de rock internacional. Salí con el TOC tan afectado que llegué a casa y me puse a acomodar cual esposo de Julia Roberts en «Durmiendo con el enemigo».
De más está decir que no encontré el disco que quería, pero me puse a recorrer la sección de libros, y chusmeando y leyendo título y autor lomo por lomo, terminé encontrando uno de poesías de Spinetta que no había visto nunca jamás en ningún lado, y ahí repuntó un poco.
Personalmente, salí con la sensación de haber estado en un lugar tremendamente hypeado para lo que tiene. Libros y discos expuestos como si fuera un Yenny cualquiera, algunas cosas con precios un poco más elevados. Si no me ponía a chusmear libro por libro en un estante escondido, me iba sin nada.
Ya lo dijo Alex Turner: don’t believe the hype.

Zivals está perfectamente ubicada en la esquina de Callao y Avenida Corrientes. Para cualquier Amante de libros que pase por allí es una parada obligatoria. Y nunca decepciona. Tiene una gran cantidad de libros, los clásicos y los últimos Best sellers, y también una masiva cantidad de discos de todas las bandas y solistas posibles.
Es un gran lugar para hacer tiempo revisando sus estanterías o escuchando los discos de tus artistas favoritos. Es cálida, bastante grande y llena de productos.

Enorme librería y disqueria (si, todavía existen chicos) está en una esquina hiper emblemática de la ciudad. Por lo menos para mi…
Es realmente enorme. Hay muchísima variedad. Libros de cocina, psicología, viajes, literatura. No tienen una especialidad si no que hay mucho de casi todo. Lo mismo con los discos. Venden realmente muchos discos.
Mi única queja con las librerías tan grandes es que no esta el librero ese que te tira alguna posta sobre que leer, pero para mi las librerías siempre están bien. Lo lamento, pero no necesito ninguna rareza y/​o exclusividad. A mi me das ese shopping de libros y yo me paso el día chocha.
La atención esta bien, pero no se porque habiendo tanto empleado y tanta gente hoy había solo una cajera.
Aceptan todas las tarjetas e incluso tienen cuotas.
Parada obligada en la zona!

Siempre que tengo unas horas libres entre clases paso por esta librería ubicada en una esquina de Corrientes. El lugar es bastante grande y la variedad de libros que tiene es impactante a la vista, pero los cds no se quedan atrás.
El lugar se especializa en música. Es realmente genial que hoy en día haya un lugar tan grande dedicado a la venta de cds que con el internet ya mucha gente no necesita comprar. Me gusta ver a la gente viendo los cds, parece otra época.
Pero en mi caso, mi fascinación eterna son los libros. Y en esta librería lo que más me gusta es la parte de arte, donde hay una colección buena y los libros están expuestos de manera que es fácil mirarlos, ojearlos, incluso cuando son enormes. Me encanta ir a este lugar y simplemente mirar estos libros.
Y lo mejor, en invierno el aire cálido de adentro, los libros, la música tenue de fondo y la gente que te acompaña, me hace sentir muy cómoda.

Zivals es una parada obligada cuando voy al centro.
Como ferviente fanática de la lectura, en este lugar encuentro libros de editoriales que rara vez consigo en otros lugares, con una variedad impecable. Ediciones especiales, temáticas «raras», acá los vas a encontrar sin dudas, y si no está, te lo consiguen.
Admito que no soy de comprar CDs de música originales pero según sé por mis amigos músicos la selección es excelente también.
También colecciono películas originales y acá he encontrado ofertas muy buenas, o al menos precios más bajos que en los otros típicos comercios a donde una va a buscar DVDs.
Hacen eventos cada tanto que también están muy buenos, recientemente participó en «La Noche de las Disquerías».
Aunque sea para «chusmear un poco», les recomiendo visitarlo, seguramente algo se van a llevar.

Es una esquina toda vidriada, por fuera siempre circula mucha gente, además de las figuras que siempre están, como las garrapiñadas, el kiosko de revista que saca mucho espacio de la vereda y los hombres que te dan volantes con números de celular.
Lo primero que te recibe son muchas puertas vaiven de vidrio, luego la persona de seguridad que se dedica a confirmar o negar con la cabeza, mas que nada si sos como yo que lleva la mochila a todos lados. También suelen poner novedades a la altura de la vista, y no vi a nadie que se puede resistir.
Del lado izquierdo está todo lo relacionado a libros, donde podes ir hasta el final del salón rodeado de temáticas, formas y tamaño. Es normal cruzarte con las personas que trabajan dentro cargados de libros, acomodando todo a su paso. También tenes la posibilidad de saber el precio, con máquinas lectora de barra, que sirve para cds.
Del lado derecho está la música en formato de discos compactos, separados por género con un cartel en el fondo de la estaría vertical, para que puedas recorrer caminando con los dedos.
Finalmente te dirigís a la cinta que marca la fila de la caja, marcada con una barra amarilla en el piso para que te llamen.
Todo es muy interesante. Cuando haces el recorrido, te acompaña un poco de música, la última vez que fui me tocó el disco de Shell y en otra oportunidad también fui a ver la noche de las discotecas donde Zivals es parte del evento.

Zivals es una excelente librería en cuanto a oferta de libros eso es innegable. El problema es que esa cantidad de libros no se condice con la atención. Hay muchas gemas difíciles de conseguir en otras librerías pero en el caso de Zivals cuesta mucho ir con un libro pensado y encontrarlo. Es casi imposible diferenciar a los vendedores de los clientes, además los guardias tienden a perseguirte por todo el local como si fueras un potencial ladrón. Eso, a mi entender, es no darse cuenta que debido a la gran cantidad de cosas para ver los clientes vamos a deambular un rato largo por el lugar.
Aún así es muy recomendable, siempre, aunque sea luego de un rato largo, terminas eligiendo algo copado para llevarte.

Para mi cumpleaños me regalaron un dvd de zivals que ya tenía y un día me mandé a chusmear para cambiarlo. A pesar de estar ubicado en una esquina estratégica de la ciudad, nunca había entrado.
Me pareció increíble. Una variedad enorme de libros, discos, dvd’s y vinilos. Lo mejor, hay unos aparatos con lector de código de barras que te tiran los precios, asi no tenés que ir al mostrador a ver cuánto sale cada cosa. Está dividido por género asi que encontrás rápido lo que buscás y lo mantienen ordenado y prolijo.
Si tenés dudas te podés acercar a cualquiera de los empleados que te orientan y te brindan la información que necesites.
Hay unas gangas geniales. Me compré un dvd de los rolling stones «circus» a 30 pesos!!!
La navidad pasada volví por regalos y fue un placer. En media hora había resuelto los hombres de la familia con algún libro de historia o un disco de tango.

Son de esos lugares que si estás cerca tenés que pasar. Una gran local ubicado en la esquina de Av. Corrientes y Av. Callao que ofrece varias bateas con cds de música ordenados alfabéticamente y libros por doquier.
Su distinción es la colección de dvs. Tienen desde documentales y recitales de varias bandas, películas clásica imperdibles y otro sector donde encontrarás una gran colección de cds de jazz nacional e internacional.
Es un placer pasar por Zilvas y quedarme horas mirando libros, uno tras otro en todas sus categorías. Ofrece desde los autores clásicos y contemporáneos hasta de diseño, música, publicidad, moda y grandes ilustraciones para niños. Es un buen lugar para que hagas cualquier regalo especial.
Zilvas no tiene edad, ni género, ni época porque siempre está actualizado. Suelen tener algunos libros más baratos que en otros lugares, una vez encontré un libro de Andy Warhol de su biografía completa con ilustraciones de 600 páginas que estaba a la mitad de precio que en otras librerías. No sé si tuve suerte, estaba mal marcado o era verdad, pero claro que lo tengo arriba de mi mesa preciada y de vez en cuanto lo miro para inspirarme.

Hay que admitirlo: a los rastreadores de libros, compradores compulsivos de extrañezas, Zivals suele irritarlos. Y eso es porque, a diferencia de pequeñas librerías especializadas, Zivals es como un gran almacén (un tanto snob) más parecido a un Shopping que a otra cosa. Pero no se puede negar: los tipos tienen buenos libros.
La sucursal de Callao (la primera, luego vendrían la de Palermo y la de Rosario) es un local enorme ubicado en pleno centro porteño. La variedad de literatura y música que tiene es impresionante (sobre todo de literatura). Libros editados por grandes multinacionales y por pequeños sellos, de autores consagrados y no tanto.
Es de esas librerías a lo Nueva York que se reprodujeron por toda la ciudad en los noventas: libros caros y música jazz. Todo muy cool.
La desventaja de Zivals es que, de la mano de su estilo a lo gran almacén, los empleados no son libreros de toda la vida. Uno va a Zivals a encontrar lo que ya sabe que está buscando, no a enterarse cuál es el libro que está por cambiarle la vida.
En casi cualquier librería de Buenos Aires la cantidad de libros que uno se lleva generalmente implican un descuento. No es el caso de Zivals, inflexible tanto en sus reglas como en sus precios.