Cripta Jesuítica Del Noviciado Viejo

Just so we’re clear, I wasn’t expecting the Paris Catacombs here. I’d done some research and knew that this was a small museum without a lot of exhibits, so my expectations were managed. Even so, we were kind of surprised by how little there was to see here.
Many reviews mention that the entrance is hard to find, but we didn’t think it was that difficult — however, it’s important to note that you’ll be looking for a gate in the middle of the sidewalk with stairs leading down (like a subway station), not a building. There are actually two entrances and we found the closed, chained one first — the actual entrance will have a green museum sign, as pictured.
Once you go downstairs, you’re pretty much right there. There is an open area off to one side with a series of vaulted stone arches, and you can walk through the empty room looking at the layers of stone and brick that made up the foundations. But you won’t find any gravestones, plaques, or artifacts, let alone any grisly skeletal displays — it’s literally an empty room. It looks as though the central area is left open so that they can have musical performances, and one of the entrances seemed to have a program of upcoming choral and classical music events, which is probably a neat experience.
Strangely, it looks like the crypt used to have a lot more as far as signs, exhibits, art, and artifacts. If you look up the circa-​2011 YouTube video tour by Susana Provenza, you’ll see plenty of explanatory signs and displays around the crypt, but none of those were there when we visited. Honestly, watching this video might be as much of a visit as you need, because it doesn’t look like that today.
Admission is inexpensive and their bathrooms are acceptable, so if you feel like spending a couple of bucks for a quick rest stop, the crypt won’t take up much time. But don’t feel bad if you don’t get around to seeing this «museum.»

Como quienes la descubrieron en un principio (allá por 1928, durante las obras de ensanchamiento de la Avenida Colón, aunque en ese momento se la tapó con escombros hasta 1989), yo también descubrí la Cripta Jesuítica por casualidad. Recién llegaba a vivir a Córdoba y unos amigos me invitaron a una obra de teatro que se realizaba allí. Pensé que al lugar se le decía «cripta» como alguna especie de metáfora, pero al llegar me encontré con eso precisamente: un espacio subterráneo repleto de historias (allí realizaban sus ejercicios espirituales los novicios jesuitas) y olores. Esto último fue lo que más me impresionó, al igual que pensar que la obra tenía lugar bajo la avenida Colón. La entrada está en una esquina de la peatonal, en el hall de ingreso suele haber exposiciones de arte, con cuadros montados sobre los viejos muros de piedra. También se hacen visitas guiadas, presentaciones de libros, y eventos musicales. La atmósfera es de un ambiente íntimo y excepcional. El espacio está muy bien conservado, la iluminación es cuidada y colabora con esa atmósfera. Pueden observarse los distintos ejemplos constructivos de la época (tres naves, troneras, arcadas, la bóveda, etcétera). Un dato poético: a la presencia de humedad en los muros generada por la presencia de napas de agua subterránea, se la llama «lágrimas de los jesuitas».

La Manzana Jesuítica no es la única zona de la ciudad con mucha historia. En el centro, en la calle Rivera Indarte en esa zona peatonal, hay un lugar con una historia un poco espantosa. Estoy hablando de la cripta esa que siempre pasamos sin pensar.
Yo siempre tenía ganas de ir a ver qué onda con esta cripta, y vi que hay visitas guiadas. La verdad es que no me junté el coraje para hacerlo todavía. Leí un poco sobre su historia y descubrí que nadie sabía nada de la cripta hasta los años ochenta, cuando fue descubierto.
Fue construida en la época de los jesuitas, y los padres jesuitas la usaron como lugar sagrado para orar y otras cosas religiosas. Todavía no se llamaba «cripta», porque no había pasado la epidemia de cólera en la ciudad de Córdoba. De ahí viene su nombre, porque era un lugar para guardar los cuerpos de las víctimas.
Ahora, además de tener una onda misteriosa y un poco macabra, se usa para exhibiciones de arte, conferencias, y obras de teatro. No sé si me gustaría ir bajo la tierra para ver una obra de teatro, y menos para una conferencia, pero para muchas personas puede ser una experiencia muy interesante e enriquecedora.

Qué mística experiencia es bajar a esta especie de cava mezcla de catacumba de olores extraños y penetrantes. En sus paredes es evidente el registro histórico de los jesuitas por nuestras tierras.
Tras recorrer las bulliciosas calles de la ciudad, entrar aquí parece transportarte a la fuente misma del silencio. Es muy fácil abstraerte ante la historia misma que parece llegarte hasta lo más profundo de las fibras, es fascinante con una pizca de aterrador. La voz de la guía puede traerte nuevamente a la realidad y así darte cuenta que esto que tienes antes los ojos, palpas y hueles esta oculto ante el paso raudo de cientos de cordobeses que ignorantes o tal vez faltos de tiempo pasan por alto semejante monumento a la historia «vivida».
Está prolijamente y sorprendentemente cuidada. Las guías son muy gentiles así que no te quedes con ganas de preguntar.
Si tenés gente del extranjero visitando nuestras pampas, no olvides que la Cripta es un punto turístico para disfrutar.

Esta Cripta Jesuítica fue encontrada de casualidad a finales de la década del ’80, está ubicada en el cruce de las calles Avenida Colon y Rivadavia. Fue construida a principios del siglo 18 y fue utilizada como lugar de oración para los padres jesuitas. En la época de la epidemia del cólera, fue utilizada para depositar los cuerpos que habían sido contagiados, de ahí viene la palabra cripta en su nombre. Hay historias extrañas acerca del lugar que resulta interesante investigar.
Sobre la peatonal de Rivera Indarte, casi llegando a Avenida Colon, hay una escalera que desciende, aquí se encuentra la cripta del noviciado viejo. Es un camino lleno de arte y cultura y muy grato de llevar a cabo. Es muy interesante para mi caminar lugares de este estilo, en especial cuando tienen espacios tan bien conservados, con estructuras que datan de muchos años atrás y construcciones atípicas, diferentes de las que estamos acostumbrados.
Actualmente, esta Cripta se utiliza como un espacio donde se llevan a cabo muestras artísticas, actuaciones de teatro y conferencias. Ofrece visitas guiadas y está abierta de Lunes a Viernes de 10.00 a 16.00 Hs.