Si tenés hijos, vivís en la Calera, y en cuanto a lo gastronómico no sos muy exigente, es un buen lugar para ir a comer.(Por supuesto no encajo en esta descripción). Puntos a favor: tiene un espacio para los niños y la cerveza que estaba bien fría. Buenos precios. Puntos en contra: la pizza tenía una maza difícil de cortar y bastante gomosa. Feúcha digamos. Y a la moza que nos tocó había que pasarla a nafta. El lugar me pareció con muy poca onda. Quizás de día y los desayunos te brinden mejor experiencia. No lo sé.