Las mercerías son de esos negocios que parecen detenidos en el tiempo, en un tiempo mucho más tranquilo y más artesanal. Al entrar a locales de éste tipo, como la Mercería SK, parece un mundo diferente. Me en-can-ta. El negocio en cuestión no es muy grande, es un local chiquito repleto de productos. Tiene todo lo que se te ocurra del rubro de mercería en todos los rincones. Al ingresar, a la izquierda y de frente hay mostradores tras los que atiende la pareja a cargo del local. Los mismos son vidriados y adentro de ellos también hay productos. Además, hay estanterías de diferente tipo en el resto del local. En la Mercería SK podés encontrar lanas de diferente tipo y de todos los colores, telas, botones, pitucones, hilos, y todas las cositas geniales que se te ocurran. Cabe destacar que el dueño arregla máquinas de coser, por lo que si tenés en tu casa una viejita que no funciona o funciona mal, llevala y aprovechá para aprender a confeccionar o arreglar tus prendas y ahorrar mucho dinero. La atención es excelente. Como dije antes, una pareja de personas grandes súper educados está a cargo del lugar. Siempre te recomiendan lo mejor y buscan soluciones alternativas y económicas.