Todo O.K.

Fui a este lugar que creo que es el único en el Cerro, a que me arreglaran unos jeans que estaban demasiado largos.
La atención, tanto por teléfono como personal es muy buena, las dos señoras que me recibieron son muy simpáticas.
El servicio es satisfactorio y el precio esta debajo del esperado, aunque no es «barato». Tardaron sólo un día en hacer el trabajo.
Volvería a ir si lo necesitara.

Las mujeres de la generación del 80 en adelante, en su gran mayoría, nos destacamos por correr a tras del reloj. Entre el trabajo, aquellas que somos Madres, lidiar con nuestros horarios y los horarios de Marido e hijos, la casa, las idas al Supermercado, el estudio. En definitiva contamos con poco tiempo, y aquel que sobra, lo dedicamos pura y exclusivamente a Nosotras, y no cedemos por más que el mundo se venga abajo ¡… Somos agradecidas por contar con lugares como este, donde encontramos la solución a todos aquellos detalles que surgen en diferentes prendas, sobre todo cuando llega la primavera y hay que bajar unos kilitos que molestan, que hacen necesario por ejemplo, achicar un o subir el ruedo de un pantalón hacer unas mágicas pinzas en la cintura del vestido o pollera preferido, entre otros, en fin, tener el guardarropa listo, para cuando la ocasión amerite estar hecha una Diosa. Es cuestión de llegarse con todas las prendas que necesitan de las manos laboriosas de las modistas del lugar y retirarlos luego de haber acordado el día de entrega. No solo allí se hacen arreglos, sino también, se puede contar con la asistencia de una modista que realiza trabajos de confección. Ubicado en la zona del prestigioso Barrio Cerro de las Rosas, a metros de la Avenida Caraffa, es el lugar donde las mujeres modernas de esta zona y porque de distintos puntos de la ciudad visitamos con mucho placer, cuando del uso de la aguja, hilo, tijera se trata.

Si bien por suerte cuento con abuelas de las de antes, de las que le das un poco de lana y dos palitos y te hacen un sweater, o le das un pantalón que destruiste jugando al futbol y te lo devuelven como nuevo, a veces había arreglo que superaban a mis nonas, ya sea en tecnología (maquina a usar) o en el tipo de tela que se necesitaba arreglar.
Cuando esto pasó, el consejo de mi abuela fue «llévalo a Todo O.K.» y así lo hice.
Siempre este lugar cumplió en tiempo y forma, con precios accesibles.
Llegas, les das la prenda, les decís que necesitas (en el caso de los petisos nos toca subir mucho ruedo de pantalón) te lo hacen medir, lo marcan y lo dejas para luego pasar a buscarlo.
Tuve una sola mala experiencia en este lugar, pedí que me pusieran un cierre en el cuello de un buzo, y cuando me lo fui a poner… habían puesto el cierre al revés, con las costuras del lado de afuera. Quiero creer que fue la excepción a la regla, que confirma que este es un gran lugar. Apenas lo lleve me lo hicieron de vuelta de la manera correcta, por lo que en parte, levantaron el aplazo.
Si te urge algún arreglo y andas por la zona es muy recomendable.

Este es uno de esos lugares fantásticos donde te salvan las papas! O de mejor dicho te salvan la ropa y lo que sea que desees ponerte!
En Todo O.K., podés llevar la ropa que querés arreglar, ya sean ruedos, achicar pantalones, polleras, camisitas, incluso camperas. Es un negocio que se dedica básicamente al arreglo general de prendas de vestir aunque también se ocupan de trajes, cortinas y confecciones un poco más complicadas.
Las señoras y chicas que atienden son muy piolas, a la vez cordiales y simpáticas, y cuando te medís las prendas para que puedan ver que parte tomar siempre te hacen sugerencias para que te quede mejor todavía o para que no se arruine esa prenda en sí.
El local es amplio, bien iluminado y con máquinas de coser de un lado y espejos del otro. Tiene un sillón cómodo y otras sillas adentro mientras esperas que te atiendan.
En relación a los precios, es super accesible, y más todavía si con ese arreglo volvés a usar una prenda que tenías en desuso. Las entregas son bastante rápidas ya que tienen mucha gente trabajando y por suerte no tenés que esperar mucho.
Realmente se los recomiendo para arreglos en general!

Durante años, fui muy seguido al local de consultorios que está al lado de Todo O.K. por lo que el negocio se había convertido en mi «modista» de cabecera, y las comillas están porque no es una única modista, sino casi un ejército de mujeres que transforman tu ropa en algo mejor.
Todo O.K. funciona en un local a metros de la Rafael Núñez en el que hay numerosas máquinas de coser y pilas y pilas de ropa para arreglar. La verdad que las mujeres que trabajan en el lugar hacen un trabajo extraordinario. Desde tapados hasta vestidos, arreglan cualquier prenda y hacen de cosas chiquitas hasta transformaciones completas.
Hace tiempo, los precios de los arreglos eran realmente buenos y convenientes, pero algunas cosas aumentaron tanto que casi no tiene sentido modificarlo o adecuarlo para usarlo. Va a depender de cada prenda.
Eso sí, no llames por teléfono porque vas a recibir la peor de las sorpresas. La atención es mala y no vas a recibir ninguna respuesta a ninguna pregunta. Para cualquier trabajo, tenés que ir al local, llevar la prende que pretendes que te arreglen y recién allí te pueden pasar un presupuesto estimado para el arreglo.