Dolido Dolce

Tengo que admitir que me hice una mala idea de este lugar por las veces que fui a la tarde a merendar. Nos pedimos más de una vez un menú para compartir y no resultó muy rico, al menos no para nosotros. Sin embargo, fui a almorzar la otra vez y la experiencia fue mucho más positiva, epecialmente por los wraps. Eso sí: es un tanto oscuro el lugar para ir durante el día. A la noche debe ser mucho más agradable.

Cuando recién empecé a visitar Ramos no sabía a dónde ir a merendar y terminé en Dolido Dolce. La verdad es que no decepcionó para nada. Cuentan con un gran espacio (tienen mesas en la vereda, dos pisos y una terraza muy cómoda, fresca en verano y calefaccionada en invierno), un menú con muchas opciones, tanto como para un almuerzo o cena como para una buena y completa merienda. Respecto a las eso último, ofrecen meriendas «pre-​armadas» para dos consistentes en una amplia carta de tés y cafés para elegir, y una degustación de todo lo que tienen para ofrecer en cuanto a pastelería, sin dejar de lado a las tradicionales opciones de merienda.
Es una elección sólida, pero quizás un poco cara para algunos bolsillos. Sin embargo, cumple con todo lo que ofrece.

Esquina clásica de Ramos Mejía, secundada por Dolido y todo. Si bien el fuerte son las meriendas, se puede cenar o almorzar con una carta innovadora, ricos platos, aunque los precios son bastante caros. Respecto a las meriendas, tienen una variedad de café muy buena, y la pastelería es excelente, los precios moderados, lo que asegura un momento riquísimo y barato. Si al trato nos referimos, los mozos son muy atentos, la ambientación esta muy buena, en las mesas de afuera tienen los picos que largan vapor para refrescar en verano, aunque a veces lo prenden días que no hace calor y es algo incomodo.

Dolido dolce es uno de los lugares que más se llena en Ramos. Esta ubicado en la avenida principal y es la parte más Dolce de Dolido y todo, ubicado a unas cuadras.
Tiene, como todos los locales de los mismos dueños, una barra increíble y preparan muy buenos tragos a precios de mercado.
El lugar tiene 2 pisos y una terraza, que en verano se llena y en invierno la cierran para que aún puedas estar ahí. Hacia mucho que no iba y fui a cenar y tomar unos tragos.
La atención en la terraza fue un poquito lenta pero amable. El wifi costó que andara, pero en un momento se conectó. Creo que en los pisos de abajo funciona mejor.
Cambiaron la carta y se renovaron con wraps de pollo y otras variedades (gigantes, 2), crocantes a la parrilla (pizza individual), mucha variedad de sándwiches (hamburguesa, pollo, lomitos, con preparados Gourmet y enormes!). Yo pedí un sándwich de pechuga grillada con huevo frito, jamón, hojas verdes y pan caserisimo que estaba genial, aunque medio incómodo para comer porque era enorme.
Los precios no son baratos pero se acomodan a la calidad de la comida. Muy buena carta de tragos!