Estación Ramos Mejía

Creo que pasé mucho tiempo por todas las estaciones del Sarmiento menos Villa Luro (que hasta el día de hoy no sé exactamente dónde queda, qué tiene cerca, es uno de esos misterios que hacen de la vida algo emocionante, como cuando encontrás plata en un pantalón que hace mil que no te ponías). Ramos Mejía no es excepción.
Está bien ubicada, y creo que la rodea una de las zonas mejorcitas de lo que son las estaciones del Sarmiento. Mantiene la fachada vieja de la estación del lado de la plaza, donde para el 166 entre otros, y para acceder al andén hay que ir por abajo (como en Merlo también, por ejemplo) que si no fuera porque siempre hay gente sería realmente de valientes pasar por ahí, especialmente ahora que las estaciones no funcionan por la noche.
Es una estación normal, no una muy buena elección para viajar en hora pico hacia ninguna de las cabeceras de la línea, porque suele venir llenísimo. Tiene algunos bancos (deben ser, no sé, ocho… una cantidad ridícula para toda la gente que viaja) para esperar el tren, y como la mayoría de las estaciones tienen los monitores para saber cuánto falta para que llegue el próximo.
La están renovando, como varias del Sarmiento. Veremos qué pasa.

La estación de Ramos es bastante lúgubre, tiene el brillo de lo que fue una construcción espectacular en su momento, pero está muy mal mantenida y sucia. Al llegar con el tren por primera vez… me perdí, realmente. Luego descubrí el pasaje subterráneo, una no tan agradable sorpresa. Atestado de puesteros de manera permanente, sumamente caluroso y con una mezcla de olores que no le recomiendo a nadie.
Si con su reconstrucción logran darle un mejor ambiente y hacerla más conveniente (esperemos que así sea) esta reseña va a cambiar, pero mientras tanto me quedo con el colectivo.

Esta reseña estará completa en un tiempo, porque nos encontramos en una transición: están reconstruyendo la estación. En vez de tener andén en el medio, tendrá dos, lo que me rompe soberanamente las guindas. ¡No hay nada más cómodo que el andén en el medio! Si por alguna razón te pasaste de estación, te bajás en uno de esos maravillosos andenes y regresás sin tene ruq epagar boleto de nuevo. Pero bueno, parece que todo tiene que ser más complicado.
Lo que no sé es qué será de los locales que hace años que están en el andén: uno de comidas rápidas, un kiosco de diarios y revistas y otro de golosinas. Veremos qué sigue. Actualizaré cuando los andenes nuevos estén en funcionamiento.