avenida del Museo entre M. Champagnat y la avenida Dr. C. Lassag
2 avis sur Carrito Charly Jr.
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Luciano P.
Évaluation du lieu : 5 Rosario, Argentina
Que lindo que es poder compartir un lugar como este con todo el mundo. El carrito de Charly Jr. es un lugar digno de estar dentro de un tour gastronómico por la ciudad. Hay experiencias que no se pueden comparar, y un carrito tiene lo suyo. Antes que nada el ritual de comer en un carrito es algo digno de describirse. Para aquellos que no conocen de esto(marcianos o extranjeros) les paso a describir brevemente la experiencia, aunque es mejor vivir. obviamente. Cuando comes en un carrito tenés la libertad del espacio público además de las herramientas necesarias para poder satisfacer las necesidades básicas de un comensal. Tenés sillas, servilletas y gaseosas para poder atacar cual sea tu opción de felicidad entre dos panes. Una vez seleccionada la carne a sandwichear(pancho, hamburguesa, lomo, chori, bondiola. etc) hay que elegir los aderezos: mayonesa con lo que sea, chimi, criolla o versiones de esto, y algún clásico. La lluvia de papas pai no es un opcional, es la culminación de cualquier combo que valga la pena replicar. Una vez servido el manjar, hay que adoptar una posición cómoda para comer. Lo ideal es sentarse en el cordón de la vereda con las piernas abiertas para dejar caer todo lo que sobra del bocado. Podría decirse que es una versión callejera de rituales ancestrales donde se deja un poco de comida para la pacha mama. El escenario donde está el carrito Charly Jr es el Parque Independencia, y además tenés todas las salsas que querés, la salchicha envuelta en huevo frito y todo por $ 20. Es ahí donde reside su éxito indiscutible que une clases sociales y reconcilia familias separada por diferentes dietas.
Sofía M.
Évaluation du lieu : 5 Rosario, Argentina
El otro día íbamos a ir con novia a ver un espectáculo gratuito al Parque Independencia; era muy a la hora de la cena y mi hermana me dice: «Vayan a comer al carrito que está frente al Laguito, es lo más, para chuparse los dedos». Nos lo recomendó con tanto énfasis que no pudimos hacer menos que movernos hasta ahí a ver qué podíamos cenar. Lo encontramos enseguida: un carrito enorme bien frente al laguito, por la calle lateral; mesas y sillas de plástico llenas de gente comiendo, lo mismo que en el pasto y en los bancos del parque, y una cola de como diez personas. Nos pusimos en la fila y mientras esperábamos miramos la lista de opciones y precios, que está bien grande y visible al costado. Nos impresionó la cantidad de opciones: milanesa, bife de chorizo, panchos, hamburguesas, lomitos, comunes o especiales(el especial lleva jamón, queso, huevo tipo frito, lechuga y tomate), además de conos de papas fritas. Y para tomar, bebidas de medio litro, de uno y de un litro y medio, todo a precios súper razonables y de montones de marcas(Pritty, Coca, Sprite, Levité, H2O). La comida es enorme, tienen un montón de aderezos y salsas para agregarle y son muy eficientes: hacés una cola, pedís y pagás, te dan un número, esperás y a los cinco mminutos(en serio, no pasó mucho más que eso) ya te están llamando. Adentro del carrito hay cuatro personas: una en la caja, una que se ocupa de los panchos, otra que se ocupa de las cosas con carne, otra que se ocupa de las papas fritas, así que es muy rápido todo. Las papas estaban geniales(son bien de cocina, nada de papas de paquete), la carne estaba bien cocida y las salsitas que le pusieron al bife de chorizo(criolla y chimi) estaban buenísimas. Además da la impresión de que todo es muy limpio. Realmente, si andás en el parque con hambre, ¡cien por ciento recomendado!