El Diablito Bar

El diablito… Tipico bar under de la cuidad donde escuchas musica clasica y tragos clasicos casi en la oscuridad… La ultima vez q fui habia poca gente. Habian cambiado el barman y los precios subieron bastante… Igual es un buen lugar para tomar algo tranqui y charlar.

Un pequeño lugar que pasa desapercibido; con una ventana que te permite ver toda la barra y gran parte del interior del lugar. Acogedor es una palabra que describe la esencia de ese lugar.
La primera vez fui acompañada porque había escuchado hablar del bar pero no me animaba a ir sola, nunca más pasó eso.
Carta de tragos variada, pero lo que conquista es el bartender detrás de la barra a quién podés decirle «no se que tomar» y él te prepara algo que nunca va a pasar que no te guste. recomiendo sentarse en la barra.

El Diablito tiene ese… que se yo viste.
Lugares místicos si los hay, entrar ahí es como meterte en el túnel del tiempo y trasladarte a la década del ³⁰⁄₄₀.
El lugar es hiper chiquito, pocas mesas, dos sillones enfrentados y una amplia y hermosa barra liderada por el gran Sebastián Tevez (pieza importantísima, sino fundamental, del bar).
Para eligir qué tomar, tenés y bastante.
Conviene ir con máximo tres personas y caer tipo 1.30 2 de la mañana, ese (al menos para mí) es el horario ideal.
Hagan su propia experiencia!

Muy buen lugarpara degustar tragos elaborados… la atención es excelente y están muy bien ubicado y ambientado.

Me es muy familiar, encuentro con grandes amigos, y la Mano del Seba Tevez para hacer los Manhatan y Daikiris clásicos, es única…

Excelentes los tragos y la predisposición del bar tender. Decirle lo que te gusta y que haga magia con eso! Un genio
La carta acotada. Ricos los nachos. Medió pobres los emparedados! Excelentes precios!!!

Muy lindo bar, bastante escondido. Perfecta ambientación.

Es la auténtica experiencia de «PUB» que realmente vale la pena. Muy bar under, en el buen sentido. Los tragos son novedosos y bien constituidos. Por afuera no parece la gran cosa, pero la ambientación que uno nota al ya estar adentro cambia totalmente. Muy cálido. Adoraría que tuviera más lugar para poder tener una experiencia un poco más cómoda pero creo que eso también podría comprometer el sentimiento/​ambientación del bar.

Sea que tengas ganas de tomar una cerveza o un agua mineral, en el Diablito vas a encontrarte con la gente mejor buena onda de Rosario. Así como en una época lo era el Bar del Mar, ahora es el Diablito el que lleva la bandera del lugar por excelencia para poder pasar un buen rato nocturno todos los días, excepto los lunes. Te recomiendo que si vas a salir sólo o con amigos, pases por acá, porque la buena onda es lo que sobra, y la gente está lejos de toda histeria y podés encontrarte conociendo gente que quiere que la vida sea siempre un grato momento, aunque sea pasajero. 10 puntos para El Diablito!

Quizás el primer bar de Rosario abierto en los últimos años que ofrece cocteleria de primera. Un bar pequeño con una barra grande donde el principal atractivo son los cócteles acompañados de platos sencillos como quesadillas, tacos, nachos con chedar o emparedados. Es común encontrar algún músico de la ciudad tocando los dias de semana. Mas usualmente los martes.
El bar es una antigua whiskeria que aun conserva los escorpiones de madera, espejos y el viejo vitro dentro de la barra fiel a su estilo desde que abrió y ya con 3 años de vida.
Un lugar que sin dudas se debe visitar.

Me encantó este bar estilo under europeo en pleno centro de Rosario.
La estructura es una vieja whiskeria y la mantuvieron intacta, se nota. Si no sabés que hay un bar bueno adentro, afuera parece un cabarulo barato y te da hasta cosa. Menos mal que me habían avisado.
El lugar es mínimo y con iluminación tenue. Los responsables están en la movida de la música y el arte, y gracias a eso cada tanto dicen que caen famosos músicos, escritores, artistas a dar shows imprevistos e íntimos.
La barra está a cargo de Sebastián que como buen barman y chef le encanta hablar con la gente y llegar al gusto del comensal. Si querés un trago que no está en la carta te lo arman a medida sin problemas. Y siempre van a estar dispuestos a escucharte y que les propongas algo, o hacerte degustar cosas.
La carta de comida es acotada pero funcional para bar y tiene un twist gourmet copado.
La estrella que le falta es porque más allá de mantener el estilo whiskería y look del bar, sería bueno que algunas cosas básicas de comfort o limpieza se mantengan mejor. El baño sobre todo.
Volvería sin dudarlo.

El diablito Bar desde afuera disimula bastante y no ofrece mayores expectativas… sin embargo, pero entrando… todo cambia… sus llamas y calor te envuelven! El fuego del infierno se apodera de tu cuerpo!
El diablito es un lugar que genera y reproduce viejos mitos urbanos, su estructura parece la de un viejo y en desuso cabaret, con mucho rojo en sus paredes, viejas cortinas para marcar algunos recovecos con sillones dan espacio de intimidad a las parejas…
Aunque también el diablito es un bar copado para ir con amigos para aprovechar las promociones de tragos dos por uno! También podes comer allí y pasar lindas noches, recomiendo la de los jueves! Se re llena con buena onda!
Abre temprano, tipo 20:30 ya podes estar acodándote en la barra para disfrutar largo y tendido… pero si al otro día tenes que trabajar, cuídate! Porque en este infierno El Diablito es demasiado tentador! Te tienta con la gula, de comer y beber mucho más allá de la saciedad; te tienta con la lujuria, tus sentidos se agudizan y se entregan al disfrute del cuerpo; tienta con la envidia, querras pasarla tan bien como las demás personas y descubrirás que aquí eso es posible; te tienta con la pereza, no querrás irte de este paraíso de placer; te tienta con la soberbia y avaricia, pero ojo que las vueltas la pagan todos, no seas rata amarrete sino a tus amigos les despertaras la ira! en el Diablito hay muchos pecados por cometer y disfrutar sin culpas!!!

Creo que el diablito es uno de los pocos bares rosarinos que sin intentar serlo con mucho énfasis logra crear un ambiente muy similar a los tradicionales pubs y whiskerías de Inglaterra e Irlanda. Por la zona y el estilo es ideal para tomar unos tragos y visitar luego Berlín o Mc Namara para seguir la noche disfrutando de la buena música.
Antes de entrar suele uno encontrarse con varias personas fumando afuera. Al entrar e ir de a poco acostumbrándose a las luces uno descubre mesas, sillones y la barra qu ocupa gran parte del lugar que no es muy grande, con los taburetes para sentarse también allí.
La música acompaña el ambiente, rock y punk ingleses en su mayoría tal vez un poco muy fuertes para charlar en una mesa de varios pero en el volumen adecuado para hablar de cerca en una cita.
Los tragos son realmente muy ricos, servidos con dedicación: el gin & tonic y el mojito son muy buenos.
El lugar es concurrido tanto entre semana como los fines de semana y suele llenarse facilmente, asi que si son más de dos es recomendable ir temprano. En verano como el ambiente es pequeño y cerrado hace bastante calor pero en invierno es una de mis primeras opciones para disfrutar un buen momento.

Tragos en El Diablito
El Diablito Bar se presenta a si mismo como una lugar de tragos, tapas, buena música y amigos. El lugar ubicado en calle Maipú 622 (entre Santa Fe y San Lorenzo) y a solo unos años de su apertura ya se ha convertido en un clásico para quienes gustan de la buena música.
Un pequeño espacio, donde funcionaba un anitguo cabaret, el lugar conserva la estética a modo de whiskería donde la maravillosa barra nos invita a disfrutar de los tragos de Sebastián Teves, uno de los mejores BarTenders de la ciudad. Sin costo de entrada y de lunes a lunes a partir de las 20hs podemos acercarnos a este espacio en el centro de la ciudad donde la buena música nos invitará a quedarnos largas horas.
Con amigos, en pareja o solos en el Diablito siempre nos estimula con increíbles tragos, wiskys y cervezas artesanales en sus versiones negra y rubia.
También podemos disfrutar de música en vivo en los ciclos especiales del bar. «Cantautores y Diablitos» los días miércoles y en modo desenchufado los artistas convidan diversas versiones de sus temas a quienes asistan con reserva (en este caso bien vale asegurarse una mesa de antemano).
Si estas di visita en la ciudad, si gustas de la buena música internacional, el punk el rock británico sin dudas el Diablito es tu lugar a visitar.

Este es uno de esos lugares de culto, a los que vas cuando necesitas realmente salir a tomar algo. Se podría decir que es un centro terapéutico para el alma. No hay quien no ame al Diablito.
En pocas palabras, una de las mejores barras de Rosario atendida por uno de los mejores bartenders de Argentina: Sebastián Miguel Aldo Teves un apasionado de la vida.
Vas a vivir los mejores momentos que el alcohol pueda permitir junto a estas personas.
El bar desborda de vida cultural, poesía y música. Es uno de los últimos piano-​bar de la ciudad. Con poco espacio pero un corazón que da vuelta a la manzana.
Siempre vas a poder encontrarte con algún artista, famoso o disfrutar de una variedad personajes pintorescos que hacen a la fauna la noche rosarina. No son pocas las anécdotas que se me vienen a la cabeza pero mi mejor consejo es que tenes que vivirlas.
Dos cosas hay que tener en cuenta para ir al bar: muy posiblemente vas a estar de pie, por lo menos un buen rato; y el contacto físico es inevitable puesto que las mesas generan un pasillo muy estrecho con la barra y es el lugar predilecto de indecisos y habitués.

Siempre que no esté atestado de gente (que pasa seguido) El Diablito es una opción que junta linda atmósfera con ricas bebidas. Aperitivos como el Cynar salen mucho, y haciendo tragos de los más populares son muy buenos.
Es un lugar donde tranquilamente podrían filmar una película de otras épocas o algo así. La luz es bajita y las paredes están llenas de espejos oxidados, muchas veces dibujados por artistas muy talentosos. La paleta de colores va entre grises, marrones y rojizos.
Se respiran aires bohemios y la música siempre es acertada, cuando no suena un piano en vivo, pinchan vinilos hermosamente clásicos o de los más modernos.
La atención es buena y hay varios sectores: barra, mesas típicas y un par de livingcitos pequeños.
A mí particularmente me gusta más como para cortar la semana que para el finde. Y si tenés suerte te cruzás con algún músico de talla grande, Fito cae a veces y Pettinato una vez regaló un conciertito que los afortunados dicen que fue una masa.

La primera vez que fui al bar, fui recomendada por un amigo. Según él, las mejores caipiriñas se encuentran en el Diablito.
El bar está ubicado en Maipú 622. De noche no es una calle muy transitada por autos, así que al doblar por calle San Lorenzo, lo único que pude ver fue un grupo de chicos fumando en la vereda. La Fachada es interesante, tiene un ventanal de marco de madera que deja ver que adentro está pasando algo, sin poder distinguir bien de que se trata. Cuando llegamos, había un chico recitando poesía (algo bastante inusual en los bares del centro). El ambiente es chico, revestido en madera, con escorpiones tallados y espejos esmerilados. Tiene mesas chicas, circulares, una barra de madera larga a la izquierda, y una estética clásica que hace que te sientas como en una película.
Es un lugar que tiene su encanto, tanto por la calidad de sus comidas artesanales, como de la gente que lo frecuenta. Después de una noche de buena poesía, tragos y amigos, el Diablito se convirtió en mi bar de cabecera, y sin lugar a dudas le tengo que dar la razón a mi amigo: allí están las mejores caipiriñas de Rosario.

El Diablito es un bar super centrico de Rosario, pero no es como los otros. Sin duda es completamente alternativo. Sólo pasan rock clasico, pero de ese que es hermoso de escuchar pero nadie sabe bien quien es el artista que toca. Suele haber movidas culturales, como lectura de poemas o algún artista local poniendo música en vivo.
Los tragos son geniales, nuestro preferido (mío y de mis amigos) es el mojito, al cual catalogamos como el mejor de la ciudad o un placer de los dioses…
Los precios son moderados, nada sale más que en otro lado, pero tampoco sale menos.
Para mí es un lugar para ir de tragos alguna noche de la semana.

El Diablito es un pequeño (demasiado) pero pintoresco barcito ubicado en centro rosarino. Una especie de cueva rojiza con luces tenues donde se respira nostalgia musical.
Lo que siempre me gustó más del lugar es la música, tienen un paladar musical exquisito que pasa desde el rock clásico acunado por los Rolling hasta un cuarteto de blues de los años 30 pasando por sonidos indies y funk, la mayoría del tiempo musicalizado con vinilos. Espectacular.
Cómo bar no es un lugar al cuál lo consideraría para ir habitualmente, los precios no son los mejores y no es un buen lugar para conocer gente nueva, es más bien un lugar tranquilo para tomar unos tragos antes de salir escuchando buena música a un volumen que no estalle tus tímpanos.
Sólo comí una vez unos tacos que estaban exquisitos pero la verdad que no puedo opinar más sobre la comida porque siempre fui a tomar algo.

¡Mi preferido! Si me decís: ¿Vamos a tomar algo?, te respondo: Dale, vamos a El Diablito.
Este bar es sinónimo de noche. Abrió hace dos años en un local donde antiguamente había una whiskería y mantiene esa sensación de sensual oscuridad.
El espacio no es grande, al contrario, es de los que se llenan con poca gente. Habrá unas ¹⁰⁄₁₅ mesas redondas y dos zonas de tipo living más grupales.
Si bien la carta de comidas es acotada, todo es muy rico (¡y doy fe que probé la carta entera!). Las cazuelas, las bruschetas y los emparedados: exquisitos.
Pero lo que se destaca del lugar es –sin dudas– la barra a cargo de Sebastián Teves. Tragos muy ricos, buena variedad, de esos que no te decepcionan nunca. Hechos a medida.
Los miércoles suelen hacer un ciclo de mini acústicos con diferentes artistas mes a mes.
Como los dueños están vinculados al ambiente cultural, no es raro cruzarte algunos artistas que pasan por Rosario, he visto a Fito, Pettinato, Coky.
El Diablito es de esos lugares donde vas después de la inaguración de una muestra, de una cena con amigos o simplemente mientras hacés tiempo para ir a bailar. En pareja o con amigos se disfruta igual.
Un secreto: si te sentás en la barra, el barman suele ser muy generoso ;)