La Isla de los Inventos

Lo descubrí una vez caminando por la costanera de Rosario y me llamo la atención, pregunte y me contaron mas o menos de que se trataba y pensé que ir a este tipo de lugares es cosa de chicos.
Como mi curiosidad o mis ganas de conocer el lugar no se fueron, lleve a mi sobrina, buena idea para lo que no se animan a entrar solos! Fue solo una excusa pero valió la pena.
Nada que ver a lo que pensaba es un espacio para chicos y grandes que a través de dispositivos lúdicos y educativos se puede disfrutar de espacios como la fabrica textil o de papel, jugar con letras, palabras o inventar pócimas deseadas liberando la imaginación
Esta ubicada en el corazón de lo que en su momento fue la antigua Estación Ferrocarril. De hecho por fuera hay un mini museo ferroviario y unos vagones muy lindo que quedaron como reliquias.
La isla de los inventos, junto con la Granja de la infancia y El jardín de los niños forma parte del triptico de la infancia.
El lugar te atrapa, a los chicos les fascina y a los grandes te aseguro que también!
Los horarios de verano son Sábados y Domingos de 17 a 21h.

Un lugar privilegiado para chicos y grandes. Un espacio para crear e imaginar, para conocer y volver a ir. Inagotable.
La Isla de los Inventos es parte del proyecto del Tríptico de la Infancia municipal junto con El Jardín de los Niños y La Granja de la Infancia.
Está emplazado en la zona de una vieja estación de trenes sobre la costa, en el centro de la ciudad. Es una gran fábrica, allí los chicos pueden hacer variedad de actividades: serigrafía, costura, hilados, trabajar la madera, el metal y el papel. Construir juguetes, explorar el universo, descubrir el lenguaje y trazar un mapa gigante.
Todo a través de dispositivos lúdico-​pedagógicos coordinados por jóvenes entusiastas que invitan al juego y La participación.
Los fines de semana largos o en vacaciones de invierno, suelen haber espectáculos de teatro, circo o música para niños.
La entrada es de $ 10 y las posibiliddes infinitas. También se reciben contingentes de escuelas o grupos.
No hace falta que corras desesperado a buscar un sobrino para llevar como excusa, se aceptan adultos con ganas de divertirse.
¡A jugar!

Es uno de los tesoros escondidos que tiene Rosario, si bien esta en una zona excepcional, a la vera del rio, cerca del centro y borde de una avenida gigante que facilita el acceso, cuesta encontrarla.
No está bien señalizada, si fuese por mi pondría carteles de cómo llegar a La Isla de los Inventos en todo Rosario.
Forma parte del tríptico de la infancia y es el lugar ideal para ir con los chicos, a los mas pequeñitos, digamos menos de 2 años yo los llevaría a La Granja de la Infancia, pasados los dos derecho a La Isla de los Inventos.
El lugar es genial explota al máximo la creatividad y curiosidad de los niños y de los adultos también. Cuenta con coordinadores que se hacen cargo y nos inducen en ese mundo mágico, también si estamos cansados, podemos dejar a los pequeños ahí y nos tomamos unos mates.
Es como un jardín de infantes gigante con la mejor buena onda, las coordinadoras parecen disfrutar jugando con los niños y eso me parece fantástico.
La entrada «die pesito» y cuando fui solo pagaron los mayores. Totalmente recomendable.
Aun no probe que pasa si voy sin tener un pibe, para divertirme nomas, cuando lo haga les cuento.

ESTE LUGAR es increible. Vivo en frente así que cada tanto me pego una vuelta para distraerme. Es un espacio público pensado para usar la imaginación y la creatividad a través del juego entre gente de todas las edades. Aunque al principio un adulto pueda desconfiar de lo que digo, le pido que se animé a involucrarse en cualquiera de los múltiples espacios que hay en ese galpón que alguna vez formó parte de nuestro puerto.
Las temáticas abarcan un sinfín de momentos de nuestra historia, aspectos de nuestra cultura y una visión filosófica y sensible que embarca a los participantes a pensarse y sentirse desde aspectos que lo cotidiano y rutinario aplastas.
Mi parte preferida es la relacionada al infinito, donde todo un recorrido va llevándote por distintas interpretaciones de lo que significa el infinito, acompañado por habitaciones con intervenciones y dispositivos que buscan interpretarlo.

La primera vez que fui a La isla de los inventos, fue con un amigo. Teníamos que hacer un trabajo para la facultad sobre «el movimiento del niño», estudiar su lenguaje corporal en espacios lúdicos. Estudiamos arquitectura y el objetivo era realizar un Centro recreativo y educativo. Decidimos ir a la Isla de los inventos a observar y de paso, jugar un rato.
Está ubicada en calle Weelwright en lo que solía ser la Estación de trenes Rosario Central. Junto con el Jardín de los Niños y la Granja de la Infancia, forman el proyecto llamado Tríptico de la infancia.
El galpón está dividido en sectores donde a través de juegos se estimula a pensar, crear, investigar y aprender. Así podés encontrar: los andenes de la Estación, donde se realizan exposiciones; las fábricas (de leer, de animación, textil, de cerámica, de madera, de papel) donde podés construir con tus propias manos; el ferrocarril y, mi preferido, el espacio infinito. En esta área hay varios talleres muy interesantes que plantean preguntas filosóficas y promueven la interacción entre grandes y chicos. No dejes de ir a la Sala de la Estrellas, te vas a sorprender.
Definitivamente es un lugar que toda persona debería ir, por lo menos, una vez en su vida.