LUMIVIDRIOS Vidrieros

Les tengo prohibido jugar a la pelota cerca de las ventanas.
Pero, lógico, ellos no me hacen caso cuando la adrenalina los supera y bum! Pelotazo no atajado y crash! Vidrio roto.
Así que como me acordaba donde lo había visto, fui para allí con la cara larga y sabiendo que una vez más, debía quedarme en casa para fiscalizar el proceso y todo volviese a la normalidad.
El señor vidriero es un encanto, enseguida sabe que vendrás con mal ánimo y él te hace reír mientras.
Me aconsejo que mejor él tomaba las medidas, así evitaba pérdidas de tiempo en la colocación del cristal.
De paso, tome una decisión, pondría en esa ventana de exterior, si el marco lo permitía, un vidrio más grueso por el invierno cada vez más cruel.
Vino a casa, y como fue un encanto que resolvió todo antes de lo que pensaba, me aconsejo el espejo de pie para adentro del armario de mi habitación.
Todos los espejos que había encontrado me deformaban con esos del parque de diversiones, y, como buen conocedor del oficio me explicó porque.
Es una cuestión de reflexión de la luz, me explicaba como si fuese ingeniero del cristal, y a veces, cuando son muy finos en su estructura, se ponen medio cóncavos y te deforman un poco.
Para que sean planos totalmente, y la altura no les dé ni una milésima de curvatura, deben ser medio gruesos si te los resiste la puerta del armario.
Y lo otro, depende de la luz que le dé, si es ambiente, la cosa cambia.
Me quede sorprendida de todo, y feliz de saber que podre verme paseando con mi último vestido Lo demás, es cuestión de aceptación.