MACRO

El Macro es el museo con la colección de arte contemporáneo más importante del país. (Sí, lo tenemos en Rosario).
En el año 2004, el entonces director del Museo Castagnino decide solicitar un espacio al gobierno municipal para albergar las obras de arte más actuales. En ese pedido, obtiene el espacio de unos viejos silos ubicados en la costanera de la ciudad, a la altura de Bv. Oroño.
El proyecto era prometedor, y desde las ruinas que había dejado la crisis de 2001, se construyó (a partir del apoyo municipal y el de artistas locales y nacionales) una colección ambiciosa.
Como atractivo turístico, el macro se eleva sobre el Paraná, con ocho grandes cilindros que, antiguamente albergaban cereal. La fachada del macro tiene la particularidad de ir cambiando a menudo de colores a partir de una convocatoria abierta a la ciudadanía. Primero, cada cilindro estuvo pintado de colores pasteles. (el celeste lucía del mismo color que el cielo si estaba despejado a las doce el mediodía). Hoy, los cilindros están pintados de rojo, verde, amarillo y una leve escala de grises. Cada color tiene una carga conceptual fuerte.
Además de ser un ícono de la ciudad (hace tiempo que son «los silos de colores»), es un espacio de desarrollo artístico y cultural incalculable. Ha contado con las presencia de prestigiosos artistas nacionales e internacionales, sin olvidar los artistas contemporáneos rosarinos (sin caer en localismos, claro). Además, cuenta con una explanada que delimita un gran árbol deformado de un lado, y un túnel de ferrocarril del otro. Allí se realizan espectáculos o eventos públicos.
Un lugar bello y eficiente en la construcción del arte local y argentino.
Un museo de arte público con una entrada mínima a modo de bono contribución. Me resulta tan difícil disimular el orgullo!

El MACRO o como es más conocido por los Rosarinos, «Los silos», es el Museo de arte contemporáneo de Rosario, que en 2004 se desprendió del Museo Castagnino y tomo como cede los silos coloridos, que vemos a orillas del Rio Paraná.
El edificio reciclado y pintado en colores, en base al proyecto ganador de un concurso de arquitectura y diseño, nos brinda un recorrido muy particular (en distintos niveles) de obras locales, nacionales e internacionales de TODO tipo. Hay grafittis, fotografía, pinturas, arte audiovisual, historietas, esculturas con los elementos más extraños que te puedas imaginar… en fin ¡es un lugar único! El recorrido se puede hacer siguiendo las indicaciones del mapa, o a gusto, lo que sí es muy recomendable hacerlo utilizando el ascensor vidriado, ya que te permite observar la ciudad panorámicamente junto con el Río, y es una verdadera hermosura.
En el último piso del MACRO, hay una tienda de diseño y souvenirs, con una gran variedad de obras en miniatura, postales, libretas, entre otros. Sus precios son medio caros, pero si tenes que hacer un lindo regalo a una persona que esté muy involucrada en el arte, no dudes en llevar algo de ahí.
El precio de la entrada en accesible y hay una promoción en convenio con el Museo Castagnino, en donde sacas una entrada para visitar ambos Museos, ideal para aquellos amantes del arte.

En varias zonas costeras de la ciudad encontras aun varios silos que datan de las épocas de «oro» portuarias de la ciudad.
Muchos de dichos silos se han ido deteriorando con el paso del tiempo, es por ello que la municipalidad de la ciudad en conjunto con varias empresas privadas han comenzado a utilizar esas instalaciones como base para nuevos y modernos edificios.
Actualmente en los silos ubicados sobre Av. Estanislao Lopez funciona el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (MACRO), digno de visitar ya que hay obras excelentes!
Muestras de fotografías, revistas, graffitis, obras de artistas de vanguardia, exposiciones, encuentros, congresos, etc, muy lindo e interesante para el que gusta de dicho arte.
Un dato interesante es que en una de sus plantas cuenta con una tienda de regalos, muy bien puesta y atractiva para los visitantes, genial para llevarte varios recuerdos, no solo del museo, sino también de la ciudad.
Y para terminar el recorrido y tomar algo rico funciona allí un bar muy paquete! Con ambientación y atención excelente!
Los recomiendo a ambos !

Museo de los Silos, mas conocido como MACRO, característicos por sus muestras e intervenciones de arte contemporáneo, su cambio de fachada cada 4 años, que forma parte de un concurso y arquitectura.
Ubicado entre la barranca de Río Paraná y las vías principales del tren, nos brinda un recorrido en desniveles que nos permite contemplar el Arte de artistas invitados nacionales e interrelaciones y formar parte del paisaje isleño y cosmopolita a medida que nos adentramos en las alturas del silo.
El costo de la entrada suele ser accesible, y se encuentra excelentemente señalizado, cuenta con servicios de baño publico.

Ubicado a orillas del río Paraná, un lugar privilegiado, instalado sobre una reciclada estructura de cemento que antiguamente formaba parte del complejo portuario que abarcaba toda esa zona de la ciudad (hoy en buena medida transformada en parque), el MACRO está redeado por ese aura de sofisticación que sobrevuela en los mejores museos del mundo.
Inaugurado en 2004 como un desprendimiento del Museo Castagnino, desde ese momento su fachada coloreada se transformó en punto de referencia para todos los rosarinos, que simplemente lo llaman «los silos». El diseño de la pintura exterior se realiza a partir de un concurso público de ideas en donde artistas de todos lados muestran sus bocetos. Se elije uno, que perdura durante algunos años hasta que se realice un nuevo concurso y el diseño vuelvo a cambiar. Hasta ahora el museo sólo ha tenido dos diseños distitntos y cada vez que llega la hora de cambiarlo los rosarinos notan que ya se han encariñado con esa pintura.
En su interior se encuentran obras de arte contemporaneo de artistas de todo el país. Si bien cada muestra es una ruleta, normalmente pueden encontrarse cosas que valen la pena.
La tienda del museo es uan opción siempre interesante en donde pueden comprarse libros a un precio subsidiado.
La vista desde el ascensor o desde las escalinatas, ambos vidriados, es para no perdeselá.

Creo que la mayoría de los rosarinos no imaginábamos que los silos pintados de colores se iban a convertir en una postal de la ciudad, pero ahora es difícil recordar cómo era esa parte del parque, antes del MACRO.
Mi recorrida es de arriba hacia abajo, hay que usar el ascensor de vidrio al atardecer, se ven aparecer el río y las islas, y la vista es increíble.
En el último piso hay una tienda con objetos de diseño, libros, remeras, obras de arte en pequeño formato y un millón de revistitas, pines y cuadernitos. En general los precios son altos pero hay opciones más accesibles, mis favoritos son los cuadernos. Los juntadores de papeles como yo, seguramente sabrán aprovechar las postales, historietas, calcos y revistas tipo fanzine para llevar gratis.
Bajando las escaleras, cada piso del Macro tiene una propuesta diferente y aunque con la entrada de $ 10 te den una hoja de ruta, lo que hay detrás de cada puerta blanca puede ser un viaje de Alicia en el país de las maravillas.
Vi muestras increíbles de fotografía, pintura, graffiti, artistas que permiten la intervención de los espectadores pintando, trepando o tocando botones, Video arte, recitales, instalaciones con materiales extraños y también algunas «obras» que parecen tener muy poco cemento.
Eso sí, si no te gusta para nada el arte, te podés llegar a preguntar si el extintor es para usar en caso de incendio, o una obra de arte en proceso de construcción.
Super recomendadas las fiestas de fin de año en la explanada, las muestras en el túnel y los aniversarios del MACRO. Conviene revisar la página del Museo antes de visitarlo para conocer las actividades del mes.