Plazoleta Alberto Olmedo

Si la Av. Bernardino Rivadavia te encuentra caminándola o pasándola en auto, es inevitable toparse con uno de los íconos emblemáticos de la ciudad.
Alberto Olmedo te espera sentado en un banco de la plaza. Él está ahí, cruzado de piernas y con los brazos abiertos, esperándote, con la sonrisa amplia característica. Pero ojo, este Olmedo yace inerte y oscuro. Una manera de inmortalizarlo.
De todos modos, su espíritu sigue vivo ahí. En realidad revive cuando las personas, chicos y grandes se sientan a su lado un rato, se fotografían con él, lo tocan, interactúan con ese Olmedo. Ahí tiene sentido la estatua, que pone al personaje no en un pedestal, sino en un lugar disponible para la comunidad, donde cualquier ciudadano (local o turista) puede sentirse un rato «amigo» de Alberto Olmedo. Por suerte, las personas lo cuidaron y no fue víctima de vandalismos extremos.

Como olvidarse de hacer un homenaje a uno de los referentes de esta ciudad: Alberto Olmedo, el negro!
En el corazón del barrio pichincha se levanta la plazoleta, con una estatua de el propio olmedo con su típica pose sentado en un banco de plaza y cruzado de piernas como esperando que los argentinos les brindemos tributo!, como esperando que lo visitemos siempre que pasemos por allí, como esperando que nos tomemos unos minutos y recordemos cada uno de sus entrañables personajes… Alberto Olmedo, nunca se fue de su Rosario natal

Cuando uno recorre el Barrio Pichincha, en la ciudad de Rosario y cerca de la intersección de las calles Rivadavia y Pueyrredón, se encuentra con una estatua tamaño real del Negro Olmedo, creada por la artista plástica y periodista Carmita Batle.
Es un conocido personaje cómico Rosarino, es un emblema del humor, actor creativo, espontáneo, protagonista de programas televisivos que lograron éxitos importantes.
Su inolvidable sonrisa y su pinta de buen tipo perduran en la memoria de todos los que lo conocieron, ya sea personalmente o a través de la TV, y han logrado materializarse en el bronce en un monumento que lo recuerda feliz, esperando a quien quiera sentarse junto a él. Su figura, pelada y sonriente, luce intacta sentada en un banco de plaza en el que todos los días decenas de visitantes se toman una foto.
Para mi hay que sacarse en sombre ante el artista, porque con su obra logro contagiarnos de la esencia de este humorístico rosarino.

Le pusimos una Plazoleta y le levantamos una estatua, creo que a Olmedo es al único artista Rosarino que le rendimos tal homenaje.
Mientras uno camina por la amplia costanera, casi desprevenido, a lo lejos ve un pelado sentado en un banco.
— Que hace ese pelado sentado en un banco a las 4 de la mañana? pregunto Guillermo
— Lo mismo que hace el de Boina en la Plaza del Che, pavo. Respondí.
La estatua dorada de tamaño real es el Negro Olmedo sentado en un banquito de plaza, en una posición natural con un brazo invitándote un abrazo. Así a los turistas les sale divertida la foto.
Simple, sencilla y no necesita presentación, al lado además aparecen los rostros de los personajes emblemáticos que supo interpretar. Probablemente para que no sea vandalizado, omitieron ponerle la remera de Central, club de sus amores.
La Plazoleta no tiene mucho mas, un espacio verde, la estación de trenes en el fondo y unos galpones a los que nunca me animé a acercarme, pero en realidad es más un lugar de paso y una buena escusa para tocarle la pelada al Negro, pedir un deseo, sacarse la foto y seguir caminando.

En Rivadavia y Pueyrredon podes encontrar, sentadito, esperando a alguien para dar un abrazo, al mismísimo Olmedo. El conocido humorista rosarino nacido en el barrio que hoy le rinde homenaje, Pichincha, decora uno de los rincones de la ciudad. La escultura en bronce y tamaño real fue realizada por la artista Carmita Batle.
A un costado del banquito de plaza, se encuentran los personajes realizados por Alberto Olmedo: Rogelio Roldán, Capitan Piluso, General González, Rucucu y El Manosanta.
Un clásico rosarino, no hay quien no tenga su foto con el entrañable artista. Le tocan la pelada, se sientan arriba, fotos multitudinarias, riendo, actuando, la creatividad da para todo a la hora de retratarse con Olmedo.
Para los turistas un novedoso lugar donde dar un paseo y llevarse una postal con uno de los personajes mas querido del País.

Sí en el exterior te presentás como argentino, tenés grandes posibilidades de obtener como respuesta «Maradona! Messi» (al menos eso me contaron). Pero si te presentás como rosarino, te van a relacionar con dos personajes: «Olmedo y el Che» (aunque Messi también es rosarino!). Cuestión, que tenemos una plaza al Che con su monumento, y una plazoleta con el nombre de Olmedo y su monumento (Messi estará celoso imagino jaja).
La plazoleta es pequeña, muy pequeña, y está ubicada en el barrio de Pichincha, de hecho, también se llamó Pichincha hasta hace un poco más de un año, que cambió de nombre por orden municipal.
Es una atracción turística muy conocida, en especial para el resto de los argentinos que nos visitan, así como sitio de culto de los rosarinos ¿por qué? porque allí esta ubicada la escultura «Olmedo al bronce, un banco para compartir», en la que se lo puede ver sentado en un banco de plaza, haciendo alusión al sketch que hacia en televisión con Javier Portales, donde «el Negro» representaba a Álvarez y su compañero Borges. Que no te extrañe pasar por ahi y encontrar a alguien sacándose una foto con el Negro.
También, a un costado, hay un pequeño muro con las imágenes de sus personajes Rogelio Roldán, Capitán Piluso, General González, Rucucu y El Manosanta.