Tintorería y Lavandería LIMA

Desde siempre, cuando tenemos alguna prenda que requiere algún tratamiento especial o le propinamos alguna mancha escandalosa, en mi familia vamos a la tintorería y lavandería Lima.
Recientemente, fui a un casamiento con un vestido que estaba bordado íntergramente con lentejuelas tornasoladas, una prenda que me encanta y que costó algo más que sudor y lágrimas, así que sin dudarlo la llevé al local. Éste tipo de prendas no puede lavarse así nomás, por más que lo hagas con todo el amor del mundo, porque requiere ser lavada en seco, para no dañar el material.
La dejé, y después ellos me la acercaron a mi casa, en la simpática moto que tienen acondicionada para tan fin.
La verdad que en años de llevar prendas, especialmente sacos de mi papá, sobretodos, y sacos míos de lana, nunca tuve un problema ni una queja para hacerles.
Cuando estoy un poco vaga, y mi mamá está de viaje, llevo la bolsa para que me laven la ropa, pero creo que más allá de esos factores, es porque me encanta e aroma a ropa lavada en lavandería, un placer culposo.

Hace unos años que están, y son un referente para todo lo que sea lavandería y tintorería.
El local es muy grade, y los servicios son muy completos.
Allí fui con unos pantalones y con el acolchado de casa antes que llegue el invierno.
Ellos son tintoreros a la vieja usanza, es decir, como debe ser, lavado en seco en esas máquinas que jamás entendí cómo funcionan.
Ellos le llaman limpieza en seco y ecológica, imagino que será por lo que utilizan para este tipo de trabajo. Lo importante es el resultado que es impecable siempre.
El planchado de las rayas del pantalón es increíble, porque hay que acomodarlo para que quede bien, terminan como recién comprado en una sastrería.
Me preguntaron si el acolchado lo quería en limpieza en seco o lavado con agua, a lo cual me quede dudando y claro está, el llamado telefónico no me resolvió nada, me lo resolvieron ellos.
Tienen sucursales porque fueron creciendo y apostando a la limpieza de prendas.
Leí en un cartel que también tiñen ropa de lana y me aseguran que cuando me ponga un abrigo el cuello de mi cuerpo no ira quedando negro o azul según pasen los días. Pensaré en renovar algún abrigo que daba por descartado.
Más de 40 años los abalan como empresa familiar conocedora del oficio que supo crecer y diversificar su tarea.