The Cookie Corner

El lugar esta muy bien. Limpio, luminoso con silloncitos para sentarse y no levantarse más. Y si bien esta a una cuadra de la avenida Hipolito Yrigoyen bien podría estar en otro planeta, el Barrio Inglés de Temperley es precioso.
La comida es muy rica y a precios razonables. Tienen la vairedad típica que se puede esperar de una cafetería con un par de variaciones (el cheesecake tiene una cubierta de oreo en lugar de los clásicos frutos rojos). Los licuados son muy buenos también aunque me decepcionó un poquito el cheesecake de dulce de leche.

ME ENCANTA ESTE LUGAR! jamás me decepcionó, siempre cosas riquísimas, innovadoras, jugos, tés muy buenos. El café deja un poco que desear, creo que podría ser mejor, La atención excelente al igual que la ambientación. En el baño de mujeres hay un espejo con una leyenda para sacarse selfies, detalle que suma a la onda del lugar.

The Cookie Corner está situado en el Barrio Inglés, en Temperley. Es una zona hermosa, llena de espacios verdes y con algún que otro negocio.
The Cookie Corner, como su nombre indica, está ubicado en una esquina de este barrio. Es un local estilo loft con puertas vidriadas, lo que genera que haya buena iluminación.
Ofrecen una amplia variedad de desayunos y meriendas, y si mal no recuerdo, también hay algunas opciones para almorzar.
Hasta ahora todo lo que probé estuvo delicioso y sigo volviendo cada vez que tengo ganas de comer algo rico al aire libre (tienen mesitas en la vereda que son ideales para días soleados).

The Cookie Corner es el lugar perfecto para ir a merendar en medio de un barrio que es realmente un sueño, con casonas enormes y mucho verde por todos lados. El local es grande y tiene un entrepiso, con bastante espacio entre las mesas y distintos espacios: livings con sillones para grupos o mesitas para dos o tres personas. Todo está decorado con un estilo muy moderno, que se destaca del resto de los lugares cercanos. Tienen una carta de cosas dulces muy variada (muffins, cookies, tortas, etc) y también algunas opciones para almorzar.
Fuimos a merendar y yo elegí un café y un cinnamon roll. Todo estaba riquísimo y la música terminaba de darle una linda ambientación al lugar. No abren para la cena, pero sí se puede ir a tomar una cerveza tranquilo si no te gusta tanto lo dulce. Me encantó el lugar, así que lo recomiendo mucho!