Después de unos exámenes médicos –de esos que son en ayunas-, mis tripas exigían al menos un café. Con mi madre justo cruzábamos La Concepción desde el norte hacia el metro Pedro de Valdivia y nos topamos con este local. No aguanté el hambre y le dije que entráramos. El café estaba bueno y lo acompañamos de medias lunas. Nada del otro mundo, pero es que en el Ambigú, la especialidad son los almuerzos. En otra ocasión lo comprobé: sus cremas son muy ricas. Además, tienen un menú diario y una opción de ensaladas(grandes) para servir o llevar. El menú diario incluye siempre una ensalada, una sopa o crema, plato de fondo, jugo, pan y postre. Las comidas son siempre de un estilo casero, sabrosas y contundente. Por ello siempre a la hora de almuerzo está lleno de gente que trabaja por el sector.