Este caracol es el segundo centro comercial más antiguo de Santiago. La forma de su arquitectura lo atestigua. Su recorrido en espiral te lleva a recorrer cerca de doscientos locales que van desde un taller de bicicletas, peluquerías, tiendas de ropa, artículos deportivos, costurerías, entre otras. Gran parte de los negocios son atendidos por sus propios dueños que se preocupan de establecer una relación de confianza al estilo barrial que abre el camino a gratas conversaciones y anécdotas que amenizan las compras. El aire nostálgico de las antigüedades se mezcla con las aventuras comerciales de jóvenes que han decidido arrendar locales para promocionar nuevos productos especializados. Es por esto mismo que junto a una tienda de costuras podemos encontrar a un par de jóvenes que ofrecen todo tipo de menesteres para tener plantas en el departamento. Junto al reparador de relojes, un taller de vitrales. Y al lado de la tradicional peluquería para damas, el local que ofrece los nuevos skates fabricados en Chile. Basta quedarse un rato para notar que este antiguo recinto mantiene vigencia gracias a una fiel clientela.