El Pollo Caballo

Yo creo que fui criada y alimentada con el Pollo Caballo. Mi tata era fanático de este local. Y si bien nunca comíamos en el local, siempre pedía un pollo asado entero para llevar.
Sin embargo cuando me fui al norte con mi familia (Antofagasta) tuve que engañar al Pollo Caballo con el Don Pollo (es igual de rico).
Pero cuando volví a estudiar a Santiago volví a probar el manjar que es el Pollo Caballo. Aunque mi tata ya no estuviera, el que se encargó de ir a comprar el pollito asado para el fin de semana, fue mi tío.
Y si bien ya no comemos todos los sábados pollo de este local, no falta para el almuerzo familiar masivo (que a veces hacemos).
Lo único malo es que con el tiempo se ha puesto un poco más caro, pero a mi juicio, igual vale la pena. Comes MUCHO POLLO.

En mi época universitaria veníamos aquí con algunas compañeras de la U a comer bananas split, que ñoño! si lo sé, pero pucha que lo disfrutaba, o si el hambre era mucha unas chorillanas.
Con el tiempo ya por un asunto de pega pasaba aquí solo para darme el gusto de comer esos platos abundantes, mi preferido era la mechada con el puré de la casa o un salmón grillé con duquesas. Ha pasado tiempo pero aún mantienen ese rico sabor casero que tienen sus comidas.
Es increíble que un local de fines de los 70’s, siga surgiendo y manteniéndose en el mercado con tanto local de comida rápida, pero cuando pruebas sus comidas mmm… entiendes todo, entiendes que casi 40 años de funcionamiento solo han sumado experiencia y han fortalecido sus ricos sabores.