Tuve que visitar este lugar por pega. Sin embargo me di cuenta de las cosas maravillosas que hacen las personas solamente motivadas por el amor. Esta Fundación es muy pequeña, pero con un gran corazón. Tienen su lugar de operación en varios hospitales de Santiago, yo estuve en el Exequiel González Cortés. Allí funcionan como una especie de sala de espera para mamás y sus pequeños con problemas respiratorios crónicos. Cuentan con servicio de asistencia a domicilio para pacientes oxigeno dependientes, cabe destacar que todo esto lo realizan voluntariamente, sin fines de lucro, es por eso que se agradece cualquier tipo de cooperación con estas causas tan nobles. Tú puedes ayudar dando Me Gusta a su Facebook. Estarás aportando con tu granito de arena con sólo un clic.