Voy camino desde el Centro Comercial El Faro hacia el metro Manquehue para enfilar en busca de un menú popular en Santiago centro. Almorzar en Las Condes debe ser caro, me digo. Uno más que comer finezas necesita sentirse alimentado. En medio de tal reflexión, una mujer vestida con delantal negro se cruza sobre mis pasos dejando una estala de muy agradable aroma a tocino asado mezclado con acelga y zapallo. Miro la bandeja que lleva sobre sus manos y veo un pocillo de greda atiborrado de porotos con riendas expresando vapores. Yo quiero eso, me dije. La mujer me dirige una coqueta mirada y me deja babosamente sentado apenas canta el menú:“Tenemos porotitos mi niño, vienen con tocino ahumado, longaniza, más ensalada surtida y un jugo natural cítrico de kiwi, manzana y limón, por cuatro mil pesos”. En menos de cinco minutos la mesera sirve todo de una vez. Ensalada surtida, plato principal, pan integral, salsa verde, aceite de oliva y sal. Si bien no es una porción de la abundancia que a uno lo deja dormitando la tarde, este menú calza perfecto con aquellos apetitos que buscan agradecer una alimentación bien combinada y con productos frescos. Por lo general ofrecen tres tipos de colación a Cuatro mil pesos. Dos de carnes más guarnición y una alternativa vegetariana. Lo más notable son los jugos que son preparaciones caseras ideadas por Lindy Jimenez quien es Chef y administradora de todo lo que ocurra tanto en la cocina, en los baños, en la caja y en la terraza dispuesta hacia el exterior rodeada de plantas para marcar el territorio. El local también sirve desayunos y onces. Funciona entre diez de la mañana y ocho de la tarde entre lunes y viernes. Justo al lado se encuentra Open Bar, que es de los mismos dueños, pero que se dedica a la parte bohemia: cervezas, sánguches y cosas así. ¡Toda una sorpresa!