Espacios como estos son pequeñas joyas a las cuales hay que cuidar, ya que nos sabes cuanto tiempo estarán entre nosotros. Es el bar de barrio, que cumple una función social, ya que suelen ser lugares de encuentro y de socialización. Además Marian y Cati cuidan a sus clientes. Y tienen una buena carta de tapas, donde destacaría su tortilla, sus bravas y sus caracoles. Unos caracoles de los de comerte la salsa con pan, chupar por fuera la cascara y el liquidillo de dentro. Eso si, no son aptos para veganos. Y si puedes disfrutar de la terraza, tendrás el aire del Guinardó refrescandote. Ahhh, ¡y las cañas las sirven bien fresquitas!