Este pequeño bar ha vivido muchas juergas nocturnas de los barceloneses. Es un clásico situado en una zona llena de bares en las que se aglomeran todos los fines de semana los marchosos de la ciudad. Punto de encuentro de muchos grupos, para tomar la primera copa y posteriormente seguir la ruta hacia otros garitos musicales. Cuenta con una terraza, por lo que en verano es uno de los destinos preferidos por aquellos que desean disfrutar de la noche o alargarla un poco antes de irse a dormir. No es especialmente bonito, pero se halla muy bien situado y los precios de las copas no son tan elevados como lo que te encontrarás posteriormente en otros bares o discotecas. Durante el día, es un bar de barrio al que acudir los días de buen tiempo para desayunar o tomarte un aperitivo en buena compañía.