Vaya por delante que le pongo tres estrellas en lugar de cuatro o cinco debido a que no quiero sobrevender la idoneidad de este local. Y es que como almacén de muebles de segunda mano únicos(es decir, no suelen tener dos cajoneras iguales), interesa preservarlo de la avalancha de gente: quiero ir allí y no tener que pelearme para quedarme una lámpara años 50 de la que me he encaprichado. La gente de El Columpiu ha dado con el equilibrio ideal entre rastro y anticuario; ni sus objetos huelen a orín de gato, ni se trata de piezas únicas recién salidas de las páginas de Telva a 3000 pavos la butaca de diseño danés. Vamos, sus precios razonables y el tipo de muebles que acoge(como en todos estos sitios, el truco está en rebuscar y remirar para descontextualizar las piezas de su entorno de acumulación e imaginártelas como entes individuales) resultan ideal para desikeaizar tu casa sin tener recurrir al atraco de sucursales bancarias.
Inma V.
Évaluation du lieu : 4 Nueva York, Estados Unidos
Es una de mis tiendas favoritas de la ciudad y siempre le hablo de ella a todo aquel que necesita un mueble y tiene buen gusto y poco dinero. Tienen de todo: armarios, mesas, escritorios, cabeceros de cama, sillas, sofás… También y menaje y obajetos de diversa índole: teléfonos, sombreros, discos, jarras, etc… Todo es de segunda mano, traído de casas que se vacían o desalojan o gente que lo dona. Con esto quiero dejar claro que te puedes encontrar de todo y en estados de conservación muy diferente. Las polillas están presentes en la mayor parte de los muebles, tenlo claro. Te va a tocar tratar el mueble si no quieres que acaben desintegrándose. Pero compensa, tienen piezas preciosas de épocas tan remotas como el modernismo de principios de siglo. Si te gustan lo smuebles antiguos y no eres muy escrupuloso, deberías visitarlo Cuentan con servicio de entrega a domicilio y montaje por unos 30 o 35 €. Merece la pena mucho.
Eugenia T.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Otra vez Septiembre, otra vez mudanza y esta vez, con novio incluido. Buscamos y buscamos y finalmente nos enamoramos de un piso con una inmensa terraza, aunque sin amueblar. Mientras imaginamos nuestros prematuros domingos al sol, y nuestras barbacoas estivales, nos proponemos una especie de reto/aventura: construir un hogar anti-Ikea. Sí, somos valientes. Gracias al ancestral«boca a boca«nos enteramos de la existencia del Columpiu, una tienda de segunda mano donde puedes encontrar mobiliario modernista exquisito, decoración navideña totalmente kitsch, e incluso algún disco de Raphael, dependiendo del día. Ideal para los que pasan de deambular por los barrios en busca de trastos y prefieren pagar un precio razonable, con subida y montaje incluido. Confesión: Finalmente contamos con 6 chismes de Ikea… misión fracasada!