El Niño Viejo

Comimos bien en este restaurante.
Nos dejamos llevar y dejamos que el camarero nos recomendaba cada plato.
La atención: óptima; la comida: algunos platos excellentes, otros más normales.
El precio: Pica, unos 50 € por cabeza, sin exagerar en bebidas… (cerveza normal)
Supongo que el nombre «adriá» tiene algo que ver.
Fue una buena experiencia, pero no es para ir todos los días, se pueden comer tacos en otros lugares, por mucho menos dinero, y ricos también.

Restaurante cuyo propietario es el hermano de Ferran Adrià, Albert. De hecho este gran cocinero regenta varios locales, todos ellos de alta cocina y todos ellos situados en la zona del paral. lel de Barcelona. Este restaurante en concreto, Niño viejo, es un mexicano situado justo al lado del Hojasanta, que es otro mexicano de Albert Adrià que ostenta una estrella Michelín. Ciertamente la velada resultó ser una gran experiencia, tanto visual como gustativa. Nos sentaron en una barra que estaba situada justo delante de la cocina, con lo que podías ver en todo momento como el gran número de cocineros que allí trabajan preparaban todos los platos. Producto fresco, bien presentado, muy sabroso y servido al momento. Los platos no son demasiado grandes, digamos que son más bien raciones o tapas. La carta combina típicos platos mexicanos, como el guacamole, los tacos pastor o la cochinilla pibil con otros más sofisticados, como el erizo de mar, los tacos de pescado, o algunos postres. Todo muy muy bueno. Eso sí, te has de rascar el bolsillo, ya que al final te vas a los 50 – 60 euros por persona. Ambiente informal y servicio muy atento, en todo momento preocupado por el bienestar de los comensales.

I love this place. As one of Albert Adria’s offsprings the techniques, the foods and produces of high quality.
The service was kind and good with kids.
My favourite was the sea urchins, guacamole and el pastor taco.
Yumm

You will get great tasting food here! I had a margarita and horchata, a mango appetizer, and fish tacos. All were of outstanding quality and taste BUT…
— the environment is generic and cramped
— the quantities are very small (even for European standards)
— the price is a little expensive for the amount of food.

Desde que abrió Niño viejo/​Hoja Santa quería probar por mi mismo como A. Adríà interpreta la comida mexicana. Ahora que he probado Niño Viejo ya tengo ganas de colarme por la puerta del Hoja Santa y probar la versión sofisticada de esta apuesta por esta cocina que me gusta tanto.
Me dejó muy satisfecho la visita a Niño viejo porque manteniendo el ambiente alegre y distendido de una taquería mexicana y respetando los clásicos que que quieres encontrar en una carta de un mexicano (guacamoles, cochinita pibil, tacos, enchiladas…) la propuesta aporta un punto de innovación y frescura que hasta ahora no había encontrado en ningún otro mexicano de Barcelona. (Me encanta La Taquería pero es bastante diferente en la propuesta gastronómica aun siendo locales de ambientes similares)
Pedimos un guacamole con totopos (nachos) caseros para comenzar. Realmente me encantó. El guacamole era muy fino, estaba recién hecho, desprendía un sabor muy casero con el toque cítrico de la lima justo. Los totopos muy ligeros (una constante en todos los platos que comimos y una de las grandes sorpresas) y crujientes.
La ronda de tacos no defraudaron. Las tortillas y los ingredientes eran exquisitos con el mérito de que no eran pesados. En otras taquerías aceptas que entras de pie pero que posiblemente salgas rodando. En niño viejo agradecimos salir bastante bien del estomago y aun asi todo era jugoso en su punto justo. Que con la calidad de los ingredientes y la sutileza de mezcla de sabores en las combinaciones de tacos consigan sorprender sin llegar a sentirte saturado de sabores tiene mérito en mi opinión.
Agradecí también que pudieras alternar con sabores más desconocidos para un restaurante mexicano. Me encantó la ostra mexicana. Muy fresca. Es un alivio entre tanto piqué y potencia de sabores pedir algo que aporte un punto de frescura. Recomendable!
Finalmente, la prueba de fuego era el segundo. El plato principal. Nos decantamos por las costillas al estilo de la abuela Flor. Es decir unas costillas bañadas en una salsa tipo mole con un sabor agripicante que realmente terminaba enganchando a medida que comías. El punto de la costilla espectacular. Presentada deshuesada y tremendamente jugosa y tierna. Excelente plato. Excelente salsa.
En total no llegó a 45 euros por persona (con 4 margaritas y con postre) No es barato pero en mi opinión para tratarse de Barcelona y por lo bien que lo pasamos mereció la pena. Próxima parada Hoja Santa!
Puntos a mejorar: El nivel de ruido. A veces se hace imposible oir a la persona que tienes al lado.

Taquería sencilla y divertida con el toqué Adriá ybdel El Bulli. Buenos tacos y a precio no tan alto. Aunque un poco demasiado desgrasados para mi gusto. Buen ambiente y platos en general.

When you go to a restaurant that has the Adrià pedigree, your expectations automatically go up. This was a disappointment. We ordered a tasting menu allowing the chef to prepare anything he wanted. There were several dishes presented but very few that were great and non that had a «whoa» factor (Expected of course in a place like this). The service although well trained and attentive, had a terrible lack of timing. The dishes kept piling up instead of flowing. It seemed like we were rushed out of there and frankly not able to truly enjoy it. The quality of the product was outstanding. A very uncomfortable environment and paying $ 100 us per person! Unfortunately, I would not recommend this restaurant

Amazing quality (didn’t expect less to be honest from Ferran Adrià’s brother) and very attentive service. The ambience is very informal (although the restaurant hoja Santa, incorporated in the same building, is more upscale and with a more complex menu), both are must try. A single taco is around 3,50 €. Lots of different brands of tequilas and Mezcals to taste.