Institut Français de Barcelone

Un centro de referencia en la Ciudad Condal para aprender el idioma de Molière. Para todas las edades desde la más tierna infancia hasta adultos curiosos por conocer esta lengua. Pedagógicamente hablando cuanto más joven se comienza más rápido se interioriza los sonidos franceses.

Sin lugar a dudas es el sitio ideal para los amantes del francés y Francia en general. Tienen de todo: cursos, cursos especializados, bar (con camareros muy amables, una buena atención, biblioteca muy completa y un apartado cultural muy amplio. Cada semana se hacen actividades, ya sean de cine, literatura o arte.

Una inmersión en toda regla en la cultura francesa. Desde el momento en que uno atraviesa la puerta de entrada reconoce los valores y los emblemas más representativos y propios del país vecino. El idioma, la cultura y la gastronomía son los tres pilares fundamentales del Instituto Francés, que por precios no muy desorbitados te permite disfrutar de unos cursos de idiomas muy útiles (con unos profesores muy simpáticos y muy competentes que preparan unas clases dinámicas y entretenidas), una Médiathèque llena de revistas, libros y películas interesantísimas (aunque generalmente sin subtitular, lo cual suele ser un handicap para los menos versados en el idioma), y un bar-​restaurante en el que se come estupendamente bien (los maravillosos olores de lo que allí se prepara llegan hasta la entrada). Para acabarlo de rematar, en el patio delantero del edificio se fuma muy a gusto, sobre todo con el estómago lleno.

L’Institut Français de Barcelone fue, es y será un epicentro cultural. Crucial para el fomento de ésta en una época en que España padecía un estancamiento…
En su gran sede en la pequeñita calle Moià, encontrarás cualquier tipo de expresión francófila:
Cursos del idioma, con fantásticos profesores nativos que marcarán tu existencia más allá de lo estudiantil.
Una sala de exposiciones itinerantes, par example, de vernissage con Mafalda.
Su Mediateca es una gozada. Encontrarás libros des de Victor Hugo a Muriel Barbery, y films de Jean-​Luc Godard hasta la coqueta Amélie.
Os dejo, me voy volando a una conferencia de Jean-​Claude Rousseau.
Otro día con más tiempo hablaremos de los deliciosos croissants de su cafetería-​restaurante Anisette.
Si quieres empaparte de savoir-​faire, ellos son el ejemplo a seguir.

Varias son las veces que me he propuesto aprender francés, por las que, consecuentemente, me he apuntado en el Institute Français de Barcelone.
Las clases son reducidas (hasta 15 personas), el profesorado es nativo y te habla el 90% en francés para que vayas acostumbrando el oído.
Das tanto gramática como conversación (te piden que hagas las preguntas preferentemente en francés, ya desde el primer curso) y a final de curso te examinas de ambos, dándote la nota media y dejándote (o no) pasar al siguiente curso (son 5 para acabarlo).
Al margen del curso te ofrecen salidas a Francia así como estancias. En el propio Instituto se organizan muchas actividades (ciclos de cine, teatro, exposiciones… todo en francés).
Hay muchos horarios y tipo de cursos para elegir. Llámalos o consulta en su web.
Muy recomendable para aprender bien el idioma.

El Institut Français de Barcelona es como el consulado cultural del país vecino. Se trata de una organización muy activa, que hace absolutamente de todo.
Hacen todo tipo de cursos de francés, pero no sólo eso (yo aún no he dado el paso, je suis desolé). Hacen exposiciones de fotografía y pintura, pero no sólo eso. Hacen de contacto bilateral, para informar a la gente de aquí sobre Francia, pero no sólo eso. Ofrecen cafetería y restaurante, pero no sólo eso. Hacen también de promotores culturales. Y por eso, sobre todo, es por lo que los conozco.
Tienen una sala multiusos fabulosa –en la planta de abajo, escondida para el visitante casual-​, que sirve de cine (allí he visto algunas películas francesas que no se han estrenado comercialmente aquí, así como muestras de cine africano o presentaciones de películas con los actores o directores), pero también sirve de teatro (tiene un escenario por delante de la pantalla) y de sala para conferencias, presentaciones de libros, discos y otros productos culturales del país que probablemente más y mejor patrocina su cultura (al menos, desde el lado público).
Cada semana, hay como mímimo tres o cuatro actos, ya sean pases de películas a precio irrisorio, la presentación de la última sensación de las letras francesas o una conferencia interesante. ¡Hay que estar alerta! À la prochaine!
(Los horarios son los de recepción. Cada acto tiene su horario)