Curioso nombre, no deja a nadie indiferente… Más fácil es presentarlo como la casa satélite del Recasens, su archiconocido hermano mayor situado en la adyacente Rambla del Poblenou. Están separados a escasos siete minutos. Kuletos es un restaurante tradicional, fuera de las modas y tendencias que lo globalizan todo. Su eclecticismo es evidente, curiosa mezcla de estilos y acabados. Sin embargo, el resultado es satisfactorio y agradable. La iluminación le da ese toque personal y los constantes guiños al mundo de Tintín aportan juventud; recomiendo investigar en las vitrinas. Este establecimiento ofrece una oferta básicamente mediterránea, con opción de arroces o fideuás. La carta tiene una selección acotada de ensaladas, cocas, platillos a compartir y piezas de carne y pescado. El surtido de tapas es algo más variado y lógicamente se ofrecen los ricos embutidos de Can Recasens. Tras dos cenas en Kuletos, puedo decir que todo estaba muy correcto y siempre con raciones generosas. Uno no se queda con hambre precisamente. Quien quiera ir a carta, está claro, pero echad un rápido vistazo a los dos menús de noche(mínimo dos comensales). El «Castafiore» sale muy bien relación calidad precio y así se pueden probar cinco tapas diferentes. También tienen un par de menús de grupo que son correctísimos. En definitiva, recomiendo pasar una velada en este restaurante. Si es cena en pareja y vais en viernes, ideal, ya que tendréis opción de ver y escuchar la actuación en directo del pianista.
Arantxa Á.
Évaluation du lieu : 3 Barcelona
Feia temps que no menjava un arròs negre tam bo. I a més a més música de piano en viu.
Abel F.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
De dónde procede este nombre tan curioso y si es un aspecto que invita a entrar o no son cuestiones que escapan a mi discernimiento. Lo que sí puedo decir es que es un restaurante de comida mediterránea estupendo. Cumple con lo elemental: La calidad de la comida parece muy cuidada; el trato del personal es siempre correcto; y el local, de ambientación modernista, es muy acojedor. Además, la relación calidad-precio es irreprochable. Todo lo que hace falta para ir sobre seguro.