Excelente carta de creppes y galettes saladas y dulces, ambientadas con música francesa actual. No olvidéis pedir una jarra(pichet) de sidra para que el maridaje ya sea perfecto.
Angel A.
Évaluation du lieu : 5 MU
Un trocito de Normandia en el corazón de l’Eixample barcelonés. No olvides pedir Sidra para acompañar tu galette!
Francisco C.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Es un local de dimensiones reducidas y por tal motivo no es muy recomendable para ir grupos numerosos. Se come bien y hay mucha variedad de crepes.
Bárbara G.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Les 3 Pommes como dice Álex es el lugar perfecto para ir en parejita, incluso me atrevería a decir que es uno de sitios que no fallan para una primera cita:) Es pequeño, cuco, decorado con un toque francés muy Amelie y con una banda sonora inmejorable para ir flambeando a los enamorados(sólo os comentaré que Edith Piaff es una voz asidua de este localXD). La combinación de ingredientes en sus galettes(son sus crêpes saladas con harina más oscura) es sorprendente a la vez que deliciosa y la sidra francesa servida en cuencos de porcelona acaba por trasladarte a la campiña francesa en plena calle Aragón. Las raciones son moderadas(no es un sitio para ir a ponerte a las botas sino más bien para una cenita coqueta) y el precio es el justo para una experiencia completa que incluye cena y el encanto necesario para conquistar hasta al pretendiente más exigente;)
Álex R.
Évaluation du lieu : 3 Barcelona
Es un lugar para ir en pareja, de cena íntima, y para creerte por un momento que estás en Normandía. Es un local, en definitiva, para los que tienen capacidad de evocación, para los que no tocan mucho de pies en el suelo, y les gusta imaginarse cosas. Aquí trabajan bien la presentación de los platos y del local, hasta el punto que uno siente que tiene buen gusto por haber elegido un sitio así. Son trampas que nos hacemos a nosotros mismos, porque nos gusta estar satisfechos de quienes somos. Una vez se rompe el hechizo no es difícil ver que la tabla de quesos no tiene absolutamente nada especial y que las crêpes, siendo aceptables, tampoco justifican el bombo que se le da. Es un restaurante que engaña a la vista, y como los franceses otra cosa no, pero gusto para adecentar una sala tienen a montones, pues te dejas cautivar, y te crees que eres una persona sofisticada y especial.
Borja B.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Lo cierto es que aquí, en Barcelona –y por extensión en Catalunya y España-, no hay mucha tradición de crêpes, más allá de dos o tres variantes dulces a modo de postre o merienda. Sobre todo no hay costumbre de comer crêpes saladas, supongo que porque tenemos los bocadillos, los emparedados e incluso las pizzas y empanadas nos pillan más a mano. El caso es que, a pesar de ser un devorador de todos estos productos que acabo de mencionar, recomiendo abrirse un poco al estilo francés, y eso que no me considero precisamente fan de su querencia por la mantequilla en detrimiento del aceite de oliva. Les 3 pommes(Las 3 manzanas) es un buen sitio para ello: una carta amplia –además de algunas ensaladas, todo crêpes, con muchísimas combinaciones de ingredientes que dejan sin argumentos incluso a los más tiquismiquis-, una presentación atractiva, lo mismo que la ambientación del local, y unos precios razonables. Al fin y al cabo, la base de las crêpes no es un producto costoso.
Laia O.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Nos reunimos en la crepería para consolar a una amiga, consolarla o apaciguar su ira. Da igual. Los manjares normandos de Les 3 pommes no necesitan excusa. Tienen creps salados deliciosos, aunque qué digo, no estábamos disfrutando en absoluto, estábamos allí para insultar al vil exnovio de nuestra amiga. La había dejado esa misma semana, por facebook(no sufráis, no se lo dijo en el muro, menos mal…) Creps salados y creps dulces, a los salados ellos les llaman galettes, son de harinas diferentes y no se parecen en el sabor. Engullíamos queso y bebíamos vino mientras ella nos contaba con elipsis y subordinadas los mensajes que se habían estado cruzando. Nosotras resoplábamos y poníamos ojos aviesos o nos deshaciamos en compasión dependiendo de la escena que nos describía. Quizás debimos llevarla a otro sitio, porque aquel era un lugar especialmente romántico y acogedor, lo que acabó por empeorar su ánimo. Todo lo cura el tiempo. Pero Les 3 pommes se mantienen para cuando las necesites, es el valor de las amigas.