Desde pequeñita, vengo a este mercado. Acompañaba a mi madre y me encantaba el ambiente que se respiraba dentro. En las tiendas la atendían con mucho cariño y siempre se acordaban de ella, en las que era asidua, claro, no se si porque era un dulce de persona o porque las vendedoras eran muy atentas, pero lo que si que es cierto es que es el ambiente que se encuentra en un mercado de barrio. Yo voy muy de tanto en cuanto, ya que con tantas grandes superficies donde comprar, he dejado de lado la costumbre de ir al mercado, pero me sigue encantando acercarme en algunas ocasiones y tirar de las paradas que ya conozco.