Nanit

Restaurante oriental que se aparta del tipico «menu de comida en lata» e intenta ofrecer algo distinto y original. Especial mención al servicio, que es muy atento y ayuda con lo que haga falta.
En cuanto a la comida ofrece comida asiática de verdad, cocinada in situ, de calidad, y con una carta variada.
En cuanto al precio obviamente es algo más caro que los restaurantes asiáticos habituales (10 – 20 euros/​persona) pero merece la pena probarlo una vez y juzgarlo por uno mismo.

Qué gran descubrimiento! Recomendada por una compi de curro palli que fuimos a cenar. No sabía que me esperaba ya que ibamos con la premisa de un restaurante chino y cuando llegamos me quede flipada! Nunca habia visto un restaurante chino que no pareciera un rte chino! El local me pareció genial. La carta otro puntazo, como un album de fotos te muestran plato por plato con fotos reales, ayuda bastante en el caso de asiaticos que la mayoria de veces no sabes ni que estas pidiendo. Hicimos el mini wok de ternera picante (no tenia nada de mini) muy top, sopa con dumplings, unos dumplings (dim sum) de gamba y tallarines con verduras, qué buenos! Es comida china tradicional, la verdad no se si autentica china, no he estado en china pero se nota muy casera. Tengo ganas de volver y seguir probando platos! Nos pusimos bien finos con cerveza 30 € los dos asi que genial! Tienen mas mesas en la planta de arriba por lo que creo que es perfecto para cenas de grupo.
Hay que descubrirlo!

Tras una buena espera: los segundos serán los primeros. Por cierto, creo que he comido glutamato en cantidades industriales.
He pedido empanadillas de cerdo, ternera con miel y pimienta. La miel y pimienta sabia a salado y un poquito picante.
Media hora más tarde, ¿dónde están mis empanadillas de cerdito?
En resumen: la comida toda sabe a lo mismo, GLU-​TA-​MA-​TO (eso es malo).
Que nada, que no, que adiós.

He estado dos veces en este restaurante, y lo suelo describir ‘como si fueras a comer a casa de un asiático’. La primera vez me sorprendrió, aunque esta segunda hubo platos que me decepcionaron, como el ‘pollo negere’ (o algo así) que nos llegó con piel, grasa y huesos; cosa que fué desagradable. Sin embargo es bastante probable que le dé otra oportunidad, pues sus dim sum, dumplings y raviolis están deliciosos! Los fideos con marisco también son muy recomendables! Si te gusta la comida oriental, debes probarlo, pues no te dejará indiferente.

Exquisito. ¿Qué esperar de este restaurante? Comida asiática muy bien preparada. Es un chino pero no el típico del arroz tres delicias. Recomendado sin duda.

Todo muy rico. Para paladares abiertos, curiosos. La carta es como un álbum de fotos de la familia, solo que los personajes son los platos. Va muy bien para orientarse. Si os gusta el cilantro no os perdáis el mini-​wok de ternera, es una explosión de sabor.

Fui guiado por la buena opinión que se daba, y debo decir que no se parece en nada al sabor de la comida china de la propia China, como dicen otros comentarios. Además de que la relación cantidad-​precio es malísima. Claro que, no puedes esperar en Europa esa relación que Asia te ofrece en cualquier establecimiento.

Bar para tomar tapas chinas auténticas o ‘dim sum’ (varios tipos de ‘dumplings’ como shao mai, raviolis, así como crepes de cebolla fina china, nada de rollos de primavera y otras cosas convencionales).
Además se puede tomar algun plato principal caliente de tallarines o wok de ternera, o bien pato frito o arroz com bambú .
Para dos personas, tomando 3 entrantes o ‘dim sum’ y un plato principal por cabeza debería ser suficiente y la cuenta no superaría los 30 € (bebida incluída).Para la zona en que está el establecimiento, no es excesivamente caro y el ambiente es distendido y familiar. No esperéis un local exclusivo y ‘pijo’. Aún así, la comida es muy buena con muchos matices y sabores.
Podéis consultar las fotos de algunos platos y de la carta (los precios han aumentado un poco).

Restaurante chino pero de los de verdad, es decir, auténtica comida china y no lo que ponen en los típicos chinos cutres.
Es muy curioso ya que en vez de una carta normal, te entregan un tablet (marca china) donde puedes ver las fotos de los platos ya que con los nombres es complicado aclararse.
Es un sitio pequeñito con una cocina pequeña y con un chef que prepara auténticas maravillas con muy buen sabor. La camarera y dueña y súper amable y te explica lo que necesites sin problema.
Los postres muy buenos también y el precio medio.
Imprescindible si te gusta la comida asiática.

No me suelen gustar los chinos pero este restaurante es la GRAN excepción. Sirven auténtica y deliciosa comida china, alejandose de los platos occidentalizados que sirven en otros restaurantes.
Lo curioso es que en vez de carta, te entregan un tablet en el que podrás ver los platos visualmente y consultar de qué están hechos. Y si no, el amable personal del local estará encantado de explicártelo.
El precio es medio, pero la relación calidad precio es muy buena.
Este pequeño local es de visita obligada si quieres saber lo que es la comida china de verdad. Muy muy recomendable