Papabubble

Me acuerdo cuando abrieron esta tienda, solíamos pasar con mis compañeros de piso a ver como hacían los caramelos y aprovechar para hacer degustación, pues es divertidísimo entrar en la tienda en el momento que sacan el mazacote de caramelo y ver como lo moldean hasta llegar a cortar los caramelitos, ¡es un espectáculo!
Si pasas cerca de la tienda no te va a pasar desapercibida, pues des de la calle se huele el dulce olor de los caramelos y te llama a entrar. Una vez dentro quedas inmerso en medio de una gran variedad de dulce.
Es un lugar ideal para comprar cualquier regalo, pues te pueden hacer caramelos personalizados, con diferentes formas o poniendo nombres. Venden potes llenos de caramelos que después puedes rellenar comprando los caramelos que te venden en bolsas.

To be specific, the candies here are hard candies. They do not have a large variety of gummies, chocolates and or marshmallows, just home-​made hard candies. The candies are very delicious and worth the price. The customer service is awesome and even though the shop is very small, they still have a nice spread of candies available. I purchased a medium jar of citrus candies and it cost (190 grams) 7,50 and the candy bag of sweet-​tart-​like candies I got was (100 grams) 3,60 or so. They give you free samples before you buys something so you know what you are getting. GIVE IT A TRY!

A punto de caramelo!
Tienda de caramelos artesanos hechos a mano en el Carrer Ample de Barcelona.
Variados y curiosos diseños, perfectos para hacer un regalo «muy dulce»!!!

Esta tarde me perdí por la zona del gotic y paseo borbon. y me tropecé con la tienda, Chulisima .las bolsitas, las piruletas, sobre todo lo que atrae son los diseños de los caramelos… como lo harán…misterios…en fin que porsupuesto algo me llevé y como detallé para regalar queda uno estupendamente…
Merece la pena… ah y estaba lleno de japoneses el único nativo de bcn era yo… raro raro…

This place is sweet… like, literally, you guyz.
Were any of you really into beadmaking in the 90s? No? None of you? Well, my dorky child-​self was, and Papabubble’s creations represent in sugary form exactly the beads I was keen to craft as a kid. They’re delicate but brightly coloured; feminine but also cheeky. Points to Papabubble: EDIBLE, too! This place sells beautiful — and beautifully simple — sugar candy.
I heard someone enthusiastically exclaim on the street outside «Pah-​pah-​B00B-​lay» (phonetic spelling) which made me want to check it out! So glad that I did for, inside that tiny little candy workshop, were young mustachioed men hard at work spreading out coloured sugar. The tiny shop’s walls are covered with their offerings: sweet-​but-​tart passion fruit in a bright fuschia, kiwi candies craftily featuring mini-​kiwis on each piece, deliciously full-​flavoured red grape. I bought 2 bags to bring home; only 1 made it. Don’t tell, k?
Unilocal note: free samples, gang.

Quirky, colorful and sweet as can be. This tiny candy shop is a gem and the pretty hard candies make excellent gifts.

Pues sí, estamos ante el fenómeno glucosiástico de la ciudad, el hype más sonado, uno de los locales más mencionados y visitados. Con poco tiempo de vida Papabubble ya puede presumir de ser una institución en el Gótico: una original tienda sin competencia ahora mismo que no engaña ni pretende: aquí se hacen –artesanalmente — y se venden caramelos. Ni más ni menos –que dirían los Chichos -.
Por eso el local es escueto y limpio, el mensaje lo transmiten desde sus escaparates temáticos siempre con motivos divertidos. Por dentro solo cuenta con un obrador desde donde te hacen los dulces y dos paredes donde escoger lo que te vas a llevar. Personalmente me llevé una ligera decepción cuando entré. Había leído tantas cosas y tan entusiastas que pensaba que al entrar me iba a pasar como a Homer pero no, ninguna experiencia extrasensiorial caramelera: una tienda contenida y sencilla, pequeña pero con clase y con un contenido original que, por supuesto, te hace quedar como una Sweet Queen si compras allí para hacer regalos… porque encima puedes customizarlos y hacerlos al gusto.
Mi primera visita no fue un boom emocionante, pero llevarme esas pequeñas delicias a la boca si lo fue… y al final eso es lo cuenta, ¿no?

Esta ya todo dicho!
Los caramelos están buenísimos, el dependiente es majísimo y es toda una experiencia ver el proceso de fabricación y corte de los caramelos.
Los caramelos los ofrecen en tres presentaciones, en bolsita (más económicos) en frasco de cristal medianos (a seis euros y pico) y el frasco grande (sobre once euros).
Además, puedes encargar tus propios caramelos incluso el diseño de los mismos.

Con un poco de suerte podrás ver cómo se hacen los caramelos en esta tienda artesana. Además hacen caramelos por encargo con colores y mensajes dentro de los propios caramelos.
Esta cadena hace encargos para tiendas como la neoyorquina Dean & Deluca, que vende caramelos personalizados con su nombre, realizados popr Pupabubble. Todo un negocio a escala internacional!
Puedes comprar bolsitas de caramelos o botes de diferentes tamaños (más caros que las bolsitas), pero también piruletas pequeñas o gigantes.
Muy recomendable hacer una visita y comprar alguno de los sabores de caramelos que vende. Riquísimos y perfectos para regalar.

This place is just plain fun.
Take a moment to duck into this tiny shop and just look around. Saturated, colorful candies, hip and beautiful people, and the sweet smells.
I stupidly reached for the largest piece of candy within my grasp, wondering what shape it was supposed to be, when it slowly dawned on me it was a giant salute to the male gender. I thought it was a foot or something.
I put it back.
A bit pricey but a ton of fun!

I just got back from Barcelona and we went out of our way to visit this place because it was rated so high on Unilocal in the company of such well-​known sites as Park Guell and The Sagrada Familia. As it turns out, this was one of the funnest places we visited. We got there after a decent walk, not knowing exactly where it was or when we would get there. As we were walking up to it one of the workers was closing up and we asked her if we could still come in. She enthusiastically invited us in and we loved it. She seemed genuinely surprised when I told her why we came and how popular they were on Unilocal,a website she hadn’t heard of.
They make their own hard candy and it has a very modern, hip feel to it with all the people working there probably in their 20’s or 30’s. They have a couple displays set up in their front windows made out of candy that they change every couple weeks. When we went they had a display of The Sagrada Familia. We also found out that this candy store has now opened in New York, but the first one is in Barcelona of course. I can see why this store is gaining popularity.
I was very impressed with how happy they were to have us there even though they were about to close. Customer service was great. The artisan candies are very tasty and I almost feel bad eating them because they are so detailed and just cool.
Bottom line, this place is definitely worth the visit if you want to see something unconventional in Barcelona as opposed to all the typical tourist attractions.

Pappabubble no muestra en su escaparate los productos que vende. Mejor dicho, eso que hacen artesanalmente y tú vas a desear comprar.
Me acerqué porque me llamó la atención una especie de paisaje de plastilina, o mazapán de colores, o quizá estaba hecho de cera: me asomé a la puerta. Había un estante lleno de botes de cristal con caramelitos dentro. Volví a salir. Había un cartel que no había leído y en el que se podía leer: «Caramelos artesanos hechos a mano». Al entrar de nuevo vi que a mi derecha había una pareja de artesanos del caramelo ¡haciendo los caramelos allí mismo!
Por un lado un chico iba estirando una especie de pelota de rugby de caramelo –la masa– y la cortaba en tiras alargadas y redondas, por el otro, su compañera las iba redondeando con las manos presionando suavemente con las palmas contra la mesa y moviéndolas hacia atrás y hacia delante.
Me quedé un ratito mirando el proceso; me ofrecieron un trozo del caramelo recién hecho mientras la chica me decía que el caramelo era especial y algo más que no llegué a entender. Era verde brillante ¡à la boca! Entonces la chica cogió otro de los trocitos y me dijo que el caramelo era especial porque tenía algo dentro, que lo mirara antes de comérmelo. ¡Coño! ¡una mariquita! el caramelo tenía un dibujo de una mariquita en miniatura.
Y fue cuando aluciné porque aún no alcanzo a comprender cómo es posible que de la masa con forma ovoide pueda salir el dibujo de la mariquita a lo largo de los 30 metros de tira de caramelo sin que haya una máquina de por medio. Y no la hay.
Que sí, artesanos, hechos delante del cliente y, por supuesto: calidad superior, sabor brutal.

Yo no andaba buscando ninguna tienda de chuches, ni siquiera tenía hambre, pero fue pasar por delante… y no me pude resistir a su olor. Es una tienda de caramelos artesanales. Lo bueno que tiene es que puedes ver como los hacen allí mismo, esa tira larga de caramelo que al final se convierte en caramelitos, de todos los colores y sabores. ¡Delicioso! Los precios no son caros teniendo en cuenta que los hacen de manera artesanal, vamos, que sabes lo que te comes. Si estás enganchado a ese polvo blanco de los setenta (como dice Disco Stu de los Simpsons) tienes que pasarte por esta tienda! «more, more, more…»

A veces, entrando por Ample del lado del Correo hay un olor dulce en el aire!
Si lo sigues, te llevará directo a Pappabubble.
La Tienda, con T mayúscula, de caramelos de Barcelona!
Lo primero que te impacta, aparte del rico olorcito, son los botes de todos colores que llenan los escaparates y de todos los caramelos que te rodean al entrar.
Los caramelos son hechos allí mismo artesanalmente y si tienes suerte, puedes ver como los hacen en vivo! Es increíble la manera en que trabajan las masas de colores para dar forma a los más raros y divertidos caramelos: redondos, con nombres, en forma de corazón, de rodajitas de naranjas o limón y muchos, muchos más…de hecho, puedes encargarles caramelos personalizados. Y las piruletas… todo un mundo!
He visto tanto adultos cuanto niños quedarse con la boca abierta mirando estas dulces creaciones…
Cuando viene alguien a visitarme, lo llevo a esta tienda y siempre acaba llevándose algún bote de caramelos coloridos o alguna piruleta de forma extraña!
Especial para adictos a las golosinas!

Voy a desmentir uno de los eslóganes más arraigados en la cultura occidental ¡Atiende! La chispa de la vida no es la Coca-​Cola, señora y señores. Tantos años engañados y resulta que la tenemos en el Gótico de Barcelona. PAPABBUBLE y su caramelos artesanos… ¡Esto sí que es chispa! Entras y huele de maravilla, los caramelos son tan bonitos que decoran el local y los maestros artesanos trabajan cara al público para que veas in situ cómo se fabrica esta delicia… Si un niño entra aquí necesita insulina a la salida; si eres goloso y estás harto de los dulces rollo industrial, aquí te reencontrarás con el verdadero sabor del caramelo, el de siempre, el de antaño, ése que ya ni recuerdas. Los hay de todos los colores, con forma de piruleta de toda la vida y cilíndricos, pero los hay también artísticos como si fuesen anillos, florecillas, figuritas de animales, de frutas, de muebles… Me encantaría hacer un molde de mi casa y después comérmela en versión lollypop. No me extraña que se estén expandiendo desde Barcelona hasta ciudades como Ámsterdam, Tokio, Lisboa o Nueva York. La propuesta es interesante, la presentación intachable y el sabor de lo mejorcito que he probado en dulces. Un verdadero 10 para estos chicos.

Vicio delicioso e infinito enrollado en largas barras de caramelo hechas con capas de sabores superpuestas, largamente estirado por los carameleros de Papabubble (de dos en dos, por lo menos) a brazo y mano, durante las mañanas de invierno. Una vez los vi en la tienda y me quedé espiando (y oliendo) mientras daba mil vueltas en la tienda. Luego las cortan en trocitos, con el caramelo aún tibio, para crear sus característicos caramelitos artesanales cilíndricos, los bastones, las piruletas…
Vicio pegajoso, además, que es el colmo de un vicio. Vas a querer regalar bastones de caramelo y piruletas estilo Tío Vivo a todo el mundo.
También personalizan y, de vez en cuando, tienen caramelos con formas anatómicas espectaculares.
Cierran en Invierno, para evitar el calor mortífero para los caramelos.

¿Que tienen en común Tokio, Lisboa, Moscu, Barcelona, Ámsterdam, Taipei, Sao Paulo, Seúl y Hong Kong?
Los caramelos.
La franquicia Papabubble se ha expandido desde Barcelona por todo el globo gracias a su combinación de tiendas con encanto, muy características y de corte clásico y la calidad de sus dulces.
En la del Gótic, que es la que nos ocupa, encontrareis nada mas entrar dos mostradores, tras los cuales podéis ver como se fabrican artesanalmente los caramelos que después tan ricamente os comeréis.
Cabe destacar que estos caramelos, lejos de ser ordinarios, adoptan las mas variadas formas y colores. Los venden a peso, en packs, en forma de sushi, de piruletas… la variedad es grande y su sabor, excepcional.

Diabéticos absteneos, estamos a punto de entrar en el reino de los caramelos, en un delirio roaldahliano post Charlie. En el fondo es el típico concepto que uno sabe que va a triunfar y que se pregunta por qué nadie ha apostado antes (con lo claro que parece ahora) por personalizar los caramelos. El dulce con carisma es siempre más dulce.
Descubrí Papabubble a través de un encargo para el trabajo y salimos más que satisfechos. Imaginaos la cena de empresa, cada uno con caramelos hechos a su imagen y semejanza (bueno más o menos). Yo perdí el mío, ahogué las penas en el alcohol. Que los caramelos (al menos estos) son caros, caros.

Es imposible no pasar por delante y no quedarte prendado de su olor. Evidentemente la primera vez que pasas no puedes soportar la tentación de entrar, y cuando entras, aún es mejor porque te encuentras a un artesano haciendo allí mismo los caramelos. Buenísimos.
Te los puedes llevar en bolsitas preparadas o en botes de distintos tamaños.
Son muy agradables y te puedes llevar piruletas desde poco más de 2 euros. Y si eres de esos/​as cutres que haces despedidas de soltera con artilugios en forma de pene, aquí te puedes llevar uno de caramelo artesanal por 17 euros.
Hay para todos!

Permítanme la obviedad: esta tienda probablemente es la más dulce de la ciudad. Además de porque venden exclusivamente caramelos tradicionales de fabricación propia, el local es un lugar de ensueño que sin quererlo te traslada a ese tiempo feliz de la infancia. El olor del caramelo se percibe desde varios metros antes de llegar a Papabubble y cuando entras, lo que más llama la atención es que los fabrican in situ y a la vista de los clientes. Es un verdadero espectáculo ver como estiran y retuercen una y otra vez la masa dulce que luego tintan de vivos colores y cortan en trocitos o transforman en piruletas. Todo este espectáculo, digno del mejor sueño infantil, atrae a turistas incesantemente que se vuelven locos haciendo fotos. En realidad se trata de una franquicia pero en España sólo está presente en Barcelona (tienen también otra tienda en el barrio de Sarriá) y este local es el más conocido. Además de los cientos de variedades artesanas que tienen a la venta, también ofrecen el servicio de caramelos customizados si tienes un evento especial o quieres sorprender a alguien. El personal es joven y muy simpático. Si tienes un mal día y está cerca, te aconsejo que te pases, es imposible resistirse al encanto de esta pequeña tienda: saldrás con una sonrisa.

El diseño de esta tiendita está súper cuidado, el decorado con los colorantes de los caramelos, que están metidos en recipientes transparentes.
Lo bueno es que puedes ver cómo los fabrican, de manera totalmente artesanal. Fíjate si mola el sitio que una visita de un turista Japonés se convirtió en una nueva tienda Papabubble en Japón.
Recomiendo los caramelos de Jengibre, pero sólo si te gusta el picante. están buenísimos!
Precios caritos, pero pagas la originalidad, el recipiente y la presentación.

Caramelos artesanos, sin trucos. No diré hechos a mano, sino elaborados, a mano, a plena vista. No se si arte o alquimia dulce. Colores, sabores, formas… todo lo imaginable y más. Protagonistas de uno de los días más dulces de mi vida, cuando celebrando un aniversario de mi llegada a esta ciudad el regalo fue completado con dos barras ladrillo de caramelo de naranja… ¿o era este el regalo? ¡Viva la caries!

¿Quién dijo que los caramelos eran cosa de niños?
Nacido en Barcelona en 2004, el Papabubble revive la tradición de los caramelos artesanales, todos ellos creados en el propio local con vistas al público.
De origen australiano, tienen tiendas en Nueva York, Amsterdam, Lisboa, Tokyo y Taipei, y, aunque se convierta así en una empresa multinacional, cada uno de sus establecimientos tienen una identidad única y una forma de hacer propia.
Preparan ochenta quilos de caramelo al día en sus dos gigantes ollas de metal, y, al ser creados 100% artesanalmente, cada caramelo es diferente y único, tanto en sabor como en forma. Dicen que ponen cuatro veces más sabor que las grandes fábricas, y eso se nota; aquí la manzana sabe a manzana, la piña a piña y la cola a cola.
Disfruta de unos caramelos hechos con cariño, de forma artesanal y sobretodo, azúcar, ¡mucha azúcar!

Papabubble vende magia en forma de caramelos artesanales. Sus productos son hechos con pasión y eso se nota. La tienda te ofrece sentir una leve sensación de que eres un niño al fin de cuentas. El mundo se para y lo único que quieres es comprar con tu dinero son caramelos y más caramelos. Los quieres probar a todos. Papabubble es un mundo por experimentar. Verás cómo se agudizan mucho más todos tus sentidos en esa tienda. Papabubble te propone un viaje. Podrás ver cómo y con qué dedicación trabajan haciendo sus caramelos artesanales. Es sorprendente. Voilà!

Vete llamando a tu dentista si pasas por delante de esta tienda y entras! Fuera de bromas Ofrecen los mejores caramelos de Barcelona. Totalmente artesanales, de todo tipo de colores, sabores, texturas, formas Cualquier caramelo que se te ocurra estará alli.
Además puedes ver como los fabrican y si encarta, proponer que creen alguno especial para ti si estas interesado en comprarlo.
Cuenta con un escaparate que llama la atención nada más verlo.
Una tienda que es todo dulzura!