Me gusta este bar sobretodo para desayunar los fines de semana en su terraza(que bueno el solecito las mañanas de invierno) tienen tapas interesantes sobretodo sus cebolletas rebozadas y su surtido de ensaladillas
Óscar S.
Évaluation du lieu : 3 Barcelona
Llega ya el buen tiempo, la primavera… Aunque a mí me da igual, tanto en verano como en otoño siempre es un buen momento para estar en una terracita en verano. Y más ahora que no dejan fumar, vamos a hacer el salto a la calle antes. El Roca es un buen sitio para ello. Un domingo por la mañana o un sábado por la tarde, sentarse en la terraza del eixample y dejar pasar el tiempo delante de una clarita bien fría. Es un bar de barrio de los de toda la vida, pero llamadme clásico, estos son mis favoritos.
Inma V.
Évaluation du lieu : 4 Nueva York, Estados Unidos
El Roca tiene una de las terrazas más grandes y soleadas de esta zona del Eixample que, a mediodía, suele estar repleta sea el día que sea. Es un bar de barrio, con todos los atributos que conlleva esta categoría: ambiente distendido basado en clientes habituales de cualquier edad, precios populares y camareros de los de toda la vida, profesionales. Tienen una extensa carta de bocadillos y de tapas y echan las cañas de un modo bastante digno para estar en Barcelona. Las bravas no están especialmente buenas(nadan en aceite) pero sí la ensaladilla rusa y el queso manchego.
Pau P.
Évaluation du lieu : 4 Barcelona
Se echan en falta locales de aquellos en los que apetece hacer un buen vermut(con vermut no me refiero al licor, sino a aquel aperitivo típico de domingo a media mañana con una tapita de berberechos, olivas, ensaladilla rusa y por qué no, unas gambas saladas). Y es que disfrutar de un buen vermut no es posible en un bar cualquiera. No. Pero el Roca sí que tiene aquel algo casi indescriptible que debe tener un buen local de vermut. Quizás sean los potecitos de palillos en la barra y en las mesas. Quizás sea por los platillos blancos en los que uno intuye que se han servido berberechos o el serrín arrinconado en los bajos de la barra. Tal vez sea el ambiente, jóvenes generaciones mezclándose con ya ancianos clientes fijos y participando ambos del mismo y entrañable ritual: el del vermut de los domingos a media mañana bajo un sol de invierno.