Sr. Lobo

Cuando empecé a salir de noche una de mis zonas preferidas de marcha eran los locales cercanos al metro de Marina. Allí pasé grandes noches y sobreviví a las primeras borracheras adolescentes (por supuesto de calimocho).
El Sr. Lobo era uno de estos locales a los que solía acudir. Música Rock, heavy mezclado con éxitos comerciales. ¡La Bomba!
Con el tiempo he cambiado de ambiente pero tengo una amiga que lleva 15 años sin faltar a su cita nocturna con el Sr. Lobo. ¡Algo tendrá!, ¿no?

No me pidáis que sea objetiva con el Sr. Lobo: pasé allí buena parte de mi adolescencia y es que aquí donde me véis tengo un pasado heavy. Se trata de un local sin florituras, más bien cutrillo, pero donde lo mismo te suenan temazos de la historia del heavy como te ponen algún tema comercial que te hiela el alma mientras compruebas cómo hay gente que ha sabido conservar la chupa durante más de una década. Qué arte…

Sr. Lobo es como dejarse el Spotify abierto; ya puede sonar algo de metal como la siguiente canción puede ser de Lady Gaga, y Estopa; y cualquier otra cosa habida y por haber.
Anteriormente, Sr. Lobo ocupaba el espacio de esta sala polivalente únicamente los sábados, luego los viernes y ahora ha conseguido apropiarse de ésta ambos días del fin de semana. La entrada cuesta 4 € antes de la una de la madrugada; y nada de cubatillas poco cargados, no. Aquí pagas los cuatro euros y te entra, además, una jarra de litro de cerveza o calimocho.
Hay que ir como mínimo una vez en la vida; ver Heavys dándolo todo con el Fary de fondo, no tiene precio.