El trato es excelente y las pizzas muy grandes y con ingredientes abundantes. Probamos la 4 quesos, que no comete el típico error de poner demasiado azul y cubrir el sabor del resto; la pizza de queso de cabra, manzana y nueces; y mi favorita, la de tomate natural, cebolla y pesto. No obstante, las verduras a la plancha con parmesano han sido las reinas de la mesa. El parmesano era escaso, pero casi se agradecía porque así no tapaba los sabores puros y absolutamente deliciosos de la betenjena, el calabacín, los espárragos, los champiñones y el tomate seco. El tiramisú no es de los mejores que he probado, pero la panacota estaba suave y era muy aromática. Sin duda, repetiríà la experiencia.