La Rambla es un pequeño bar a dos pasos de la Plaza del Ayuntamiento, especializado en pescaíto frito y con varios platos de cocina gallega que«tiran pa’tras» de lo buenos que están. Un ejemplo: el pulpo a la gallega, en su puntito de aceite, bien especiado y con unas patatitas que se deshacían. Riquísimo. Otro sobresaliente para los chanquetes fritos, con un toquecito de ajillo como no lo había probado en otro sitio y que estaban francamente buenos. Para la matrícula de honor sólo les habría faltado su base de pimientitos asados ;) Te recomiendo también probar la pavía de merluza rebozada, y si quieres conocer el verdadero sabor del mar, las ortiguillas. Muy ricas estas últimas, rebozadas también y no muy fritas. Aparte de los productos del mar, si tienes hueco no te pierdas sus croquetas. Las tienen de puchero y espinacas con piñones. Las primeras parecían más caseras que las segundas, pero ambas estaban buenas. De precios, podemos estar hablando de entre 10 y 15 euros por cabeza, incluyendo bebidas. Yo volvería en mi siguiente visita a la Tacita de Plata :)