Mesón La Espuela

Un muy buen bar de barrio, con aperitivos bastante buenos y grandes.
Es un asturiano que lleva toda la vida (según me han contado los mas viejos del lugar). El trato es excelente, camarero simpático, buena gente y que te tratan de maravilla.
Con las cañas nos pusieron unos aperitivos muy ricos y generosos.
Después pedimos un par de raciones, que nos habrían sobrado, no porque estuviesen malas, si no porque con los aperitivos de las dos cañas anteriores casi cenamos.
Las raciones estaban muy ricas y eran grandes, oreja y patatas al cabrales.
¿que mas pedir?
Sidra asturiana! Pues también la tiene, con su escanciador y todo

El Mesón porque en el barrio nadie lo conoce por La Espuela, que yo sepa. Lleva abierto toda mi vida. Fue una peña futbolística, no sé si seguirá en esa línea.
Lo que sí sé que tiene son unas salas que simulan cuevas y, en verano, una terraza espectacular, justo en el Paseo de la Ciudad 70.
En el Mesón se tapea de vicio. Un ejemplo de ello es que te pides una ronda de cañas para 4 y te sacan un platillo mediano con queso y picos y una ensalada campera. Y, así van siendo las rondas.
Tiene una carta de raciones que no es nada innovadora, aquí la gastronomía es tradicional: oreja, chorizo frito, patatas con salsas, calamares… Eso sí, raciones abundantes, de calidad y a buen precio.
El personal es el de toda la vida y son más majos que las pesetas.
Como cosilla a mejorar está esa carta con decoración de fotos de toreros (que no son toreros, sino los camareros vestidos de toreros)