A veces la excelencia se consigue con los pequeños detalles. Nit i Dia es un chill out envidiable, con un jardín que desde que estudiaba en Gandia pensaba… qué pedazo jardín. Incluso hacían algunos conciertos«ilegales» los estudiantes que siempre vivieron en esa casita. Ahora se ha convertido en un chill out con terraza ajardinada, en la que tienen una barra de bebidas y bocadillos. Se pueden pedir paellas y fideuás para comer(pero has de encargarlas con antelación). Las paellas están muy buenas. Fuimos una tarde/noche a tomar un cóctel, tras 20 minutos esperando sin que nadie viniera a atendernos, decidimos irnos a otros sitio. Decidí darle una segunda oportunidad y llamé para pedir una paella el domingo para un grupo de 4 personas. Cerré un menú de 20 € en el que incluía paella, ensalada, café y postre con toda la bebida(cerveza/sangría/refrescos) que quisiéramos durante la comida y un rato antes(íbamos a las 13:00 y comíamos a las 14:30). Llegamos, nos acomodamos en una de sus camas y nos metimos en la piscina(que necesita más de una limpieza, en serio, da un poquito de asquito). Pero en fin, íbamos a disfrutar. Nos pedimos unas cervezas y nos las tomamos en la piscina(absoluto placer). Relajadísimos tomándonos las cervezas… pero cuando fui a por la segunda ronda, me di cuenta de que las estaban apuntando. Les dije que el menú lo había cerrado con esas cervezas incluidas, y el chico(que no era con el que había cerrado el menú) Se rió y me dijo que obviamente NO, que si no, yo podía ir a beber allí una barbaridad y comer por 20 €. Obviamente esa era mi intención, no una barbaridad, pero sí tomarme unas dos o tres cervezas antes de comer en la piscina, por ello he cerrado un menú de 20 € por cabeza en el que solo entra una triste ensalada y una ración de paella por persona. A regañadientes, me dijo que si era lo que yo había hablado, entonces bien, pero que nunca lo habían hecho así, que seríà la primera persona. Me volví a la piscina indignado. Ya me había bajado la euforia y el agua se veía más sucia. Nos pusieron la paella sobre la mesa. Muy buena. Entonces, cuando le volví a pedir bebida, vino y me explicó que sí que tenía yo razón y me pidió disculpas. Disculpas aceptadas. Ya está. Una amiga le preguntó que a qué hora cerraban, y dijo que a las 15:30… ¿Cómo? ¿Solamente una hora para comernos la paella y tener que largarnos? Por supuesto ahí no se movió nadie, y pudimos hasta dormir siesta en uno de sus divanes, o camas, o apartados, o como quieran llamarlo. Al despertar, un cóctel bueno y otro bañito. Los cócteles buenísimos. Después de un día de duro trabajo, nos fuimos a casa, con una sensación agridulce. Lo que os decía de los detalles, pues eso, un sitio se engrandece por los pequeños detalles y a este lugar le faltan muchos, entre ellos que los camareros no vayan en chanclas(que se pueden cortar los pies y tardan más en atender). Hay otras opciones de negocio con menús más completos y sin ningún problema a la hora de cerrar un menú. La cuestión es que no son nuevos, este es su segundo año, pero como sigan con un servicio tan poco profesional, no sé cuantos años más aguantarán, la playa de Gandia es muy exigente.