Crocs

I’m one of those people who need orthotics, and that can be a bit of a problem in summertime since I need something with a heel, but want a light, comfy, as-​barefoot-​as-​possible shoe. Last winter I bought a pair of crocs mammoth (a winter type clog with the furry liner and no holes in the shoe) and they served me so well that the crocs shop deserved a look just to see what options they had for summer that weren’t the traditional croc styles, especially as some outfits don’t work quite so well with my converse.
This shop has a great range of styles and colours available and I found a cute pair of light, soft, canvas shoes with the classic croc sole that looked like a normal, casual shoe but feels like walking on springy marshmallows! BLISS! I’d developed a blister in my converse while walking to the shop but the fabric of my news shoes is soft and stretchy enough to not aggravate it at all while walking back (and this from new shoes is in itself remarkable). So, if you have a need for ultra comfortable shoes — or know someone who does– definitely check them out.

De verdad que es una moda que no entiendo. Por muy cómodos que me digan que son no puedo llegar a entender el éxito de este calzado de plástico de colores con agujeros.
Desde que existe esta tienda en pleno Fuencarral siempre que paso por delante me pregunto qué tendrán estos ‘zapatos’ para tener el éxito que tienen. En esta ocasión uso Unilocal en busca de help para entenderlo.

Yo adoro las Crocs, ahora mismo las llevo puestas. En una ocasión leí un artículo en una revista de moda sobre ellas y las calificaban como el patito feo de las sandalias.
Cuando eres de esas personas que tienen problemas en la piel, que la tienes muy sensible y que a la mínima te salen erupciones y cosas raras (sin ser nada exagerado, eh) que te obligan a visitar al dermatólogo, las Crocs son ideales.
Yo me agobio mucho durante el verano con los pies por el calor y me sale como una especie de reacción alérgica «al verano», el médico me recomendó estas sandalias y desde entonces mi problema está controlado. Y lo cómodas que son ya es algo demasiado, las utilizo tanto en invierno como en verano y voy tan a gusto que cuando salgo a la calle muchas veces me olvido que las llevo.
Es cierto que existen tiendas que tienen esta marca, pero qué mejor que ir a la más genuina, la que se dedica especialmente a ellas. Tienen más colores a elegir para poder combinarlo con tus vestidos veraniegos. Son ideales para médicos y enfermeras, para la piscina e incluso para estar por casa, como yo.

Me encanta que al menos haya una tienda «crocs» en Madrid. Las otras zapaterías autorizadas no suelen tener tanta variedad de colores y modelos.
Todo el mundo conoce los crocs, pero… y ¿los jibbitz?. Son esos pequeños «pins» que se meten en los famosos y característicos agujerillos de los crocs, que dan personalidad a tus zapatos en cuestión. En verano viene bastante bien, ya que con las modas TODOS vamos iguales.
En esta tienda encuentras un montón para elegir, y no son sólo para niños, aviso. Rondan los 2,50 €. Algo caro para mi gusto, pero sólo significa que en vez de comprar diez e ir cambiando, me compro dos y ahí se quedan.