Es un Kebap que no destaca por nada en particular en cuanto a servicio, local y calidad del género. Lo bueno es que está cerca de casa y cuando vuelvo medio mamao, lo huelo y entro a por kebaps. Solución rápida a esa hambre vinera. Pero este domingo me pedí un kebap(sin ir mamao) y mientras me tomé un vino. 3 € por el kebap y 3 € por el vino. Que un garito de kebaps sea el local en el que te pongan el vino más caro, se llama ESTAFA, una estafa a más de 30 °C de temperatura. No le di ni un trago, fue un sorbo y ahí se quedo el vino, a temperatura de caldo de verduras. En esta zona sobran sitios de este tipo de comida. Y por 200 metros más tengo un kebap a 2 € y con los partidos en la TV. Supongo que otras veces que venía tocado me estafaron con los 3 € del vino y no me acuerdo pero esta vez los pille. También tiene pollos fritos pero dan tantas vueltas sin venderse que tienen la piel ya bien tostada. Es una acepción personal pero ya no me fío.