El Ventorrillo

Aunque sea un claro territorio-​guiri, las vistas merecen la pena. Ahora, prepara los 4 € por tercio con unos míseros kikos de aperitivo y ten el móvil cargado para hartarte a hacer fotos al atardecer.

This has to be one of my most memorable experiences in Madrid: watching the sun go down over the valley, setting the sky ablaze in that way only a Madrid sunset can (and it does so every night), sitting in rickety chairs at plastic tables, drinking tinto de verano with a group of friend’s friends, and slowly enjoying a few sharing plates of Spanish food: frittatta, omellete, croquettes. It was really quite perfect.
This is somewhere that as a tourist and non-​Madrid local I don’t think I’d have known about, and probably wouldn’t have stood out as a great place to come for food — it’s a locals place, and was chosen by a friend’s friend (a Madrid local herself), and I felt quite lucky to be here, eating delicious freshly cooked octopus, drinking red wine with lemon water and ice (it’s delicious), and watching the sunset go down so slowly over the city. Maybe not somewhere you come every weekend for dinner, it’s relaxed and good for groups and sunset-​watching, I imagine a limited menu with some good, soul Spanish food: but for that evening, perfect.

Nunca jamás en mi vida me había sentado en esta terraza de La Latina que, por contra, es súper popular entre los guiris. Sin embargo, el otro día, una amiga mía quería celebrar su cumpleaños en una terraza, y aquí acabamos, en una mesa bastante grande y muy bien dispuesta.
Lo que yo no sabía, pero que sí deben de saber los turistas porque debe de venir en alguna guía (además de en Unilocal,ahora que leo el comentario de Carlos M) es que aquí se presencian los atardeceres de Madrid más impresionantes (junto con el parque del Templo de Debod).
Cuando mi amiga reservó, los camareros le pidieron que fuéramos «bastante puntuales». Imagino que porque de lo contrario la terraza se llena, y es difícil dejar mesas vacías mientras la gente espera. Así que intentamos todos llegar lo más pronto posible y allí nos sentamos. Poco a poco, el Sol iba bajando hacia el horizonte, y la verdad es que ALUCINAMOS con los colores de los que se pintaba el cielo. Morado, púrpura, rosa, lila, violeta… Una pasada.
Además de esto, disfrutamos durante toda el tiempo que estuvimos sentado de ingentes cantidades de tinto de verano (en botella, que no está mal aunque yo soy más de los hechos a mano) y de vino y sangría. La sangría, para mi gusto, un poco fuerte. También comimos un pulpo delicioso (y mira que yo soy pejiguero con el pulpo, que si no está cocido al punto no me gusta), una tortilla de patatas de un diámetro y un grosor impresionantes y unas croquetas deliciosísimas.
Y yo que creía que esto seríà la típica trampa para turistas cara y con comida no muy allá, me tuve que comer mis palabras. ¡Todo estaba increíble! Y en la terraza se estaba divinamente, nos fuimos únicamente porque se empezó a levantar un poco de viento y nos estábamos quedando pelados de frío…

La verdad que es el Ventorrillo, efectivamente vale menos en invierno que el Aquopolis, pero en primavera-​verano nos da una lección a todos de lo que es forrarse gracias a una terraza cuyas vistas dejan a todos boquiabiertos.
Mi consejo, disfrútala bajo dos circunstancias: O para impresionar a alguien que te guste o para traer a alguien que no sea de Madrid.
Para todo lo demás… Yo que tú me compraba unas coca colas y me sentaba unos metros más hacia delante, en el cespecito. Que total vas a ver lo mismo y seguramente pagues un 80% menos por la consumicion :)

Por favor. Id aquí. Es caro. Vale. Está lleno de guiris. De acuerdo. Ahora lo van a joder un poco con el Mini Vaticano que están construyendo. Tenéis razón. Han fastidiado a Keko que le gustaba retozar en esa zona. Bien.
Pero es una de las mejores puestas de sol de Madrid. Sí, con esa catedral de la Almudena que es más fea en su modernez que nada. Por fuera, no se nota mucho. Un café a la que atardece, con las campanas de fondo, no tiene precio.

Tal vez no conozcáis este restaurante por su nombre, pero seguro que conocéis su terraza, que es sin duda la que tiene mejores vistas de todo Madrid. De hecho, yo jamás he entrado en el restaurante, siempre me he sentado en la terraza situada en lo alto del parque de Las Vistillas, para ver lo que su propio nombre indica. Me gusta más hacerlo al atardecer, para ver cómo el famoso cielo madrileño se llena de colores que van del rosa al violeta, pasando por todos los que quieras imaginar. Desde aquí ves imponente la catedral de La Almudena, recortándose ante el cielo, aunque ahora el nuevo Museo de Colecciones Reales ha fastidiado bastante esta imponente vista. La terraza suele estar llena cuando hace buen tiempo, aunque hay bastantes mesas y es fácil encontrar sitio. Te verás rodeado de turistas, pero lo mejor es no fijarse en la gente y centrarse en el panorama sin igual. Yo siempre lo hago mientras bebo una cerveza y, si acaso, me tomo unas tapas o un bocadillo. En el restaurante presumen de ofrecer un excelente pollo al ajillo, pero yo reconozco que no lo he probado. De aquí me quedo con el cielo de Madrid…

calidad precio muy bueno el mejor pulpo gallega pollo ajillo
conejo ajillo y tortilla española y sin duda las vistas panoramicas mejor de madrid toda la sierra de guadarrama

Espectaculares vistas en la Terraza de las Vistillas sobre los jardines de las Vistillas y el Puente de Segovia (donde hace años los suicidios estaban al orden del día).
Es uno de esos sitios que pienso incorporar a mi guía de balcones sobre Madrid.