Mi hermana trabaja por aquí cerca y a veces se echa aquí el café de la mañana. Un día pasaba por aquí cerca con mi padre y fuimos a saludarla, con la consecuente paradita en Glasse. Es una pequeña pastelería pero también hace las veces de cafetería, ya que tienen algunas mesitas en las que sentarse a desayunar o a merendar. La repostería está muy buena y los precios asequibles, así que si te pilla de paso, no dudes en hacer un alto en el camino para endulzarte el día. Por cierto, los festivos abren en horario de domingo.