Tipos Infames

Un sitio único que he conocido hace nos años por amigos mío vascos K y I — Eduardo, los Ángeles

Me gusta que me llamen «ratón de biblioteca», aunque sinceramente, no sé por qué me lo llaman, no creo que lea más de lo normal y no suelo, y ya cada vez menos, llevar un libro encima. Pero sí que cuando escucho reseñas de libros en la radio/​prensa/​internet y si son de temas que me gustan suelo dejarme caer por alguna librería.
Y del libro en cuestión sólo lo vendían en esta librería y en otra que me pillaba un poquitín más lejos, así que caminando me acerqué a esta librería-​cafetería-​vinacoteca que está en un lugar prvilegiado entre la calle Fuencarral y la Pza. de San Ildefonso pero que si no fuera por el tráfico, sería el lugar más tranquilo de Malasaña.
A la entrada ya te ves un poco abrumado por la cantidad de libros que hay repartidos en diferentes mesas y estanterías, todos con títulos y portadas que bien merecen echarles un ojo. Y entre estos se hallan repartidas las mesas de la cafetería-​vinacoteca que conforma el local.
Tienen una planta sótano que se ve a través de una ventana en el suelo de la entrada pero que desconozco si se puede visitar o no, pero creo que con el suficiente espacio que tiene ya la planta de la calle para tomarte un café mientras hojeas algún libro, es más que suficiente.

Ufff, me encanta esta librería-​cafetería-​vinatería. Es verdad que el concepto se está extendiendo, pero, para mí, Tipos Infames es especial porque no venden cualquier libro. Cuidan mucho su imagen librera y eso me gusta. También hacen eventos relacionados, como presentaciones de libros y exposiciones. Si no quieres comprar libros, puedes simplemente ir a tomarte un café o un vino. También he visto a mucha gente trabajar con portátiles. En fin, un sitio maravilloso.

Tipos Infames me atrajo como una mosca a la red y quedé atrapada sin remedio.
«Libros y vinos», interesante maridaje, tuve que entrar a curiosear y me gustó lo que vi: una selección de títulos muy cuidada y a buen precio.
A la izquierda una barra de bar, donde el dependiente anda comentando una obra con un cliente. Se le nota pasión.
Decidimos sentarnos en el sofá que hay detrás, junto a la estantería de los vinos a probar unos caldos (lo mío es más bien birri), y disfrutar un poco del ambiente así como tertuliar un poquito. ¡Una auténtica gozada de lugar!

Uno de los grandísimos tesoros que Malasaña esconde es esta librería-​cafetería-​vinoteca a unos pasos de Tribunal.
¡Qué gusto da encontrarse que gente joven emprende y lo hace con tantas ganas y con todo su buen hacer!
Tipos Infames parece una librería al uso pero nada más lejos de la realidad cuando se bucea un poquito en el catálogo de libros que tienen. Éste está delicadamente elegido por sus dueños que, además, he visto cómo aconsejaban a sus clientes desde el conocimiento de haberlos leído ¿dónde se ha visto eso en otro sitio?
El local es súper agradable, amplio, luminoso, en colores claros y con unas cuantas mesitas en la planta alta, además de un sofá con su par de butacones y mesas adicionales en la planta baja que, además, es perfecta para hacer algún que otro evento.
La combinación de cafés y una amplia selección de vinos además de algún snack, hace que te den ganas de pasarte las horas allí ya sea sumergiéndote en uno de sus libros o para trabajar con tu propio ordenador.

Creo que es de las últimas cafeterías-​librerías que me quedaba por conocer en Madrid, así que tuve que aprovechar la presentación de la editorial Fata Libelli (que trabaja mis géneros preferidos) para ir a conocerla. Lo primero y más fácilmente observable nada más entrar es la excelente selección de títulos para vender que tienen, que te aleja un poco de la sensación mercantilista cada día más palpable de los grandes actores de la venta literaria que cada día me espanta más.
Tras esto, observar que tienen una barra de bar donde sirven infusiones y vinos, muchos vinos distintos, que son la seña de identidad de la mitad hostelera de este negocio; así puedes embriagarte y leer algún clásico americano de la época en la que la juventud significaba (e implicaba) ponerse hasta arriba de psicotrópicos y atravesar América de arriba a abajo por una carretera completamente recta.
En la planta de abajo, que puede verse desde la de arriba porque el suelo tiene una parte transparente, se hacen las exposiciones de cuadros y las presentaciones de editoriales y todos los demás saraos; es un espacio muy cuco y no particularmente amplio que, a pesar de tener un aire acondicionado que aparenta ser el de una nave espacial, se llena del calor de los asistentes a los eventos rápidamente, lo que hace que se te suba el vino más rápidamente y, una cosa por la otra, la casa sin barrer.
Por cierto, el suelo es transparente también de abajo a arriba, así que la decisión más adecuada es que os pongáis la ropa interior de domingo.

Mañometro: ¿Porqué no me desenroscaríà la boina?
Un oasis donde mi hermano (escritor aragones de cierto renombre) disfrutaria «like an enano», un espacio atemporal, exquisito y a-​espacial (eso existe? … perhaps no) donde descansar del frenesí del oso y el madroño para disfrutar de un buen libro y un excelente vino, un bunker a prueba de crisis y malos rollos, un parnaso para el caminante avido de cultura … un buen sitio vamos !!
Visita obligada en cualquier tour madrileño.

Puedo decir con la boca llena, que es mi gran descubrimiento del año 2011.
Cuando paseaba por la calle San Joaquín, siempre miraba a través de sus grandes ventanas y me gustaba lo que veía, una vez dentro, todo fue aun mejor…
La gran selección de libros, sobre todo narrativa que dentro podemos encontrar es genial, desde los grandes clásicos hasta lo mas nuevo en el ámbito literario. La selección de vinos esta a la altura del sitio, al igual que el café, que siempre acompaño con un pastelito (o bollito) de almendras (tremendos!). Disponen de una amplia oferta de bebidas.
Realizan catas de vinos (he ido a algunas y valen la pena), muchos actos literarios como presentaciones de libros, a veces demasiados diria yo.
Lo que mas me gusta es el ambiente, musica, wifi gratis, se respira buen rollo. Es de los lugares que gran culpa del éxito que están teniendo es de los «dueños», tanto Gonzalo, como Curro y Alfonso hacen que sea un lugar agradable, a veces gusta que te traten bien y que no solo te sirvan un buen café, y este lugar tiene las dos cosas, te tratan bien y buen café.
Es mi primer comentario, y le doy las 5 estrella a esta libreria-​vinoteca-​cafeteria.

Lo cierto es que me gusta muchísimo esta librería — cafetería — vinatería. Es uno de los activos más interesantes de Malasaña, y un negocio que, verdaderamente, es un auténtico estandarte en la calle de San Joaquín, por varios motivos.
El primero, es que tiene una selección de vinos interesantísima, algo que siempre es de agradecer. Además puedes comprar botellas sueltas, porque en Tipos Infames te venden tanto una botella de vino como lo último de Houellebecq, y así puedes unir dos placeres inmediatos: la lectura y una copa de vino.
Por otro lado, también funciona como cafetería, y en ese sentido hay dos opciones: si tu idea es tomar un café con alguien, lo mejor es pasar a un sofá bastante escondido que hay al fondo de la sala. Se está divinamente, y prácticamente nadie te molesta. Si vas con intención de trabajar, hay cientos de mesas diseminadas por el espacio, que además es bastante luminoso, algo que se agradece profundamente.
Por último, la selección de libros es muy buena, repleta de clásicos instantáneos y con libros verdaderamente interesantes. ¡Merece la pena no perdérselos! Ojo también con las presentaciones, exposiciones y eventos culturales que tienen lugar en su planta de abajo, que siempre son de lo más atractivo.

Una de las recientes librerías de autor que se han especializado para poder combatir con los Fnac, las casas del libro y las grandes librerías. Los dueños del espacio, pues no sólo venden libros, son más bien unos tipos sibaritas que han diseñado un lugar con dos ambientes para que te entregues al hedonismo.
El de la entrada, de tonos blanco, está pensado para que te tomes una copa de vino o un café sentado mientras ojeas tranquilamente una novela o te conectas con tu portátil a Internet para escribir un email a ese amigo que está tan estresado en la oficina (¡Tú si que eres infame!). Aquí estarás bien visible para el público de fuera. La fachada acristalada permite despertar la envidia del peatón.
El de arriba, en tonos naranjas, es para más cosas: Presentaciones de libros, proyecciones. Así que entra, seguro que aunque no te guste leer disfrutas con el vino, con el café, con la exposición. O quizás te vuelves loco de placer y te pasas el día de arriba abajo, del blanco al naranja, del naranja al blanco.
Atento al horario. Tienen pensado replanteárselo en breve

Durante un tiempo me era imposible encontrar un lugar tranquilo donde sentarme a tomar un café y charlar tranquilamente con un amigo en la zona de Tribunal. Por suerte, Alfonso, Gonzalo y Curro sucumbieron a la locura y han abierto una cafetería-​enoteca-​librería donde no solo cuidan hasta el último detalle la selección de libros que ofrecen, sino que han puesto el mismo empeño en tener una selección de cervezas y vinos interesante (y asequible) y, esto es bastante importante, un café muy rico. Además, tienen wi-​fi gratis, y más de una tarde la he pasado trabajando en algún proyecto sentado entre sus libros tan a gusto, tomándome un café o, ya más tarde, una cerveza. Creo que me ganaron con la cerveza, ya que soy fan de la 1925 de Alhambra y aquí en Madrid no es tan fácil de encontrar. La única pega es que cada vez que voy con la intención de solo tomarme un café, acabo saliendo con un libro debajo del brazo.

Libros y vinos, esta es su carta de presentación. Y también una idea original que está dando buenos frutos en poco tiempo. El local es espacioso, amable. Creo que su selección de libros es la mejor que conozco de todas las librerías que suelo visitar. Los vinos, atrevidos y acertados (me llevé un Albariño de 10 euros para un regalo y salió extraordinario). Todo esto me hace pensar que, casi con toda seguridad, es el local que más me ha sorprendido, de lejos, en el último año. Lo están petando en las revistas de ocio y cultura. También hacen presentaciones en la parte de abajo. Les auguro una larga, aunque infame vida.

Estos dos tipos nada infames, al menos en apariencia, que siempre verás por el local, han montado hace unos meses una librería-​vinoteca-​cafetería-​sala de exposiciones muy especial.
Lo mejor de todo no es su cuidada selección de libros y vinos o la escasa pero más que suficiente carta de tés y cafés o bollos que puedes degustar también en la barra, sino que simplemente te apetece estar allí. Te apetece llevarte el portátil y sentarte en una mesita a trabajar o a leer, quedar con alguien allí para hablar o llevarte al niño y descubrir con él libros que posiblemente le van a gustar.
Todo un descubrimiento